En el día en que la Casa Consistorial cumplió 125 años, el concejal de Urbanismo, César Mosquera, anunció que se estudia la reconversión del emblemático edificio diseñado por el arquitecto Alejandro Sesmeros en museo de la ciudad, un proyecto que busca dar una salida de honor a un inmueble que se quedará sin función tras el proyectado traslado del concello al antiguo cuartel de San Fernando.

La segunda alternativa que estudia el concello es transformar su sede principal en un edificio exclusivamente representativo, destinado, por tanto, a recepciones, enlaces, oficina de relación con los medios etc. Se trata de una idea que ya había salido a la luz en anteriores ocasiones y que, no obstante, no parece ser la primera opción del gobierno local ya que se plantean serios problemas de operatividad como, por ejemplo, la difícil eliminación de barreras arquitectónicas.

Así, la opción más probable es que se convierta en el futuro museo de la ciudad, un destino que ya se barajó para Mugartegui, la Casa das Campás y la actual sede de Educación (otro de los edificios que en breve plazo pasará a depender del concello).

"Non se trata de que se vaian a comprar fondos ou que poda orientarse ó estilo do Museo Provincial de Pontevedra", señaló el concejal de Urbanismo, "senón de facer un museo sobre cuestións máis turísticas ou de curiosidades, mostraranse materiais que xa temos sobre o pasado da cidade ou a súa actualidade, como fotos, planos, documentos etc".

César Mosquera recordó que este tipo de instituciones museísticas que se centran exclusivamente en la historia de la ciudad, caso del de Valencia, "teñen moito éxito e son moi interesantes" tanto para que los turistas se aproximen a la historia, tradiciones y actualidad de Pontevedra como para que los propios vecinos puedan conocer un poco más su municipio.

En este punto, el concejal de Urbanismo citó como ejemplo que "podería organizarse una exposición adicada ó futuro Plan Xeral de Urbanismo ou a acontecementos que sucedan nesa época do ano na cidade".

A propósito de los plazos para la puesta en marcha del futuro museo, César Mosquera se refirió a la necesidad de contar con un plan de financiación que permita garantizar la viabilidad del proyecto cultural.

Así, en una primera estimación la Concellería de Urbanismo cifra en 600.000 euros anuales la partida necesaria para el buen funcionamiento del edificio, ya que se proyecta un museo vivo, con cambios frecuentes de programación y exposiciones.

A mayores, otras partidas se destinarán a la reforma del edificio, que destaca por la solidez de su estructura pero en la actualidad es disfuncional ya que fue concebido inicialmente para acoger todos los servicios municipales y desde hace años se queda pequeño.