"Yo puedo hacer cosas; milagros, no", dijo esta semana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre la supresión de los peajes en la AP9. Haber logrado traer para Galicia el laboratorio europeo de referencia en contaminantes virales y bacteriológicos de moluscos bivalvos, cuya candidatura exhibió el mismo Feijóo hace solo doce días en Vilagarcía, sí habría sido un prodigio: la Comisión Europea ya había decidido en mayo que sería suprimido. Y el Gobierno central lo supo entonces, en una reunión celebrada el Día das Letras Galegas en Bruselas, a la que asistió un representante de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (Aecosan). Pero lo ocultó al Congreso hasta el 2 de noviembre. Y también a la Xunta, que no dejó de hacer campaña hasta que FARO desveló este martes en exclusiva la farsa del laboratorio que desaparecerá a partir del 31 de diciembre de 2018.
La carrera por las competencias científicas, todavía en manos del británico Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture Science (Cefas), arrancó hace un año con un informe sobre el Brexit, en el que la Consellería de Mar defendió por primera vez la "oportunidad" que tenía Galicia de hacerse con el laboratorio como resultado de la salida de Reino Unido de la UE. Desde entonces, y hasta que este periódico desveló el escenario real, ni el Ministerio de Sanidad (del que depende la Aecosan) ni el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) se pronunciaron en favor de las opciones de Galicia. Eso sí, la titular del primero, Dolors Montserrat, llegó a firmar una tregua con el frente independentista catalán para defender -sin éxito- la candidatura de Barcelona para la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
En evidencia
Fue Montserrat la que informó a Feijóo de que el centro de bivalvos sería suprimido: lo hizo por carta "hace días", según fuentes del Gobierno gallego, pese a que la ministra lo sabía desde hace casi siete meses. Y la envió después de que el mandatario se hubiese pronunciado por primera vez sobre la candidatura gallega en el mismo edificio que, de haber prosperado los planes de la Xunta, se convertiría a partir de 2019 en el centro europeo de referencia en contaminantes de bivalvos: el Instituto Tecnolóxico para O Control do Medio Mariño (Intecmar). Porque en Vilagarcía Feijóo apeló a la "unidad" política para "presentar una candidatura inteligente" y hacer "posible lograr para Galicia el laboratorio europeo". Para entonces el sueño del Intecmar llevaba 191 días muerto. FARO ha contactado con la Comisión Europea y el Ministerio de Sanidad; en Bruselas han remitido a Madrid, y de Madrid no hubo respuesta sobre los motivos por los que ocultaron la información.
Tampoco en la Xunta han aclarado si reprobarán públicamente una gestión "que no compartimos" pese a haber dejado en evidencia al presidente y a la conselleira Rosa Quintana. De hecho la titular de Mar dijo, en el pleno del 12 de julio, que la semana anterior había enviado "más documentación al Ministerio [de Sanidad, previsiblemente]" para armar la candidatura de Galicia, y desde su departamento aludieron en octubre que seguían trabajando "en coordinación" con Madrid para lograr el laboratorio europeo. Una institución que, según la propia Quintana, realiza "funciones de alto impacto". "Es necesario para Galicia, puede y debe ser un elemento clave para negociar con Bruselas", exhortó en el pleno de julio. La recepción de este laboratorio habría erigido al Intecmar, que ya realiza funciones similares pero a nivel autonómico, a la categoría de referencia continental, con fondos adicionales y posibilidad de crecer en infraestructuras y personal científico.
La ocultación de Madrid se produjo en un periodo en el que las visitas a Galicia tanto de la Aecosan como del secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, fueron constantes. La primera visitó Vigo en al menos tres ocasiones para la auditoría de la industria atunera gallega; el segundo estuvo en la ciudad olívica en otras diez y coincidió con Núñez Feijóo -que se tenga constancia- en Conxemar, en la Conferencia Mundial del Atún y durante la llamada declaración de Santiago. Esta última fue una jornada en la que se justo se analizaron los riesgos del Brexit, y es como consecuencia del Brexit la razón por la que el laboratorio, que nunca llegará a Galicia, abandonará su actual ubicación en poco más de un año.
Juncker ya aprobó la supresión del centro hace tres semanas
- El 3 de noviembre la Comisión Europea remitió un documento a los miembros de la Cámara en el que se informaba de una docena de medidas adoptadas, entre las que estaba el cambio en un reglamento de 2004. Es la norma donde se fijaron los laboratorios europeos de referencia para las biotoxinas marinas (Vigo), salmonelosis, vacas locas o contaminantes de moluscos bivalvos. El texto, firmado por Jean Claude Juncker, trasladaba ya la decisión de suprimir ese último centro, al que aspiraba Galicia. "Ya no se necesita un laboratorio de referencia para la monitorización de contaminantes bacteriológicos y virales de los moluscos bivalvos, por lo que deberá ser eliminado de la lista", dice el documento, al que ha tenido acceso FARO. Y continúa: "El laboratorio de referencia para la monitorización de biotoxinas [que está en Vigo] deberá hacerse cargo de las actividades relacionadas con la clasificación y monitorización de las áreas de producción de moluscos bivalvos" a partir de enero de 2019. Este texto se expuso en el pleno del Europarlamento celebrado el 16 de noviembre, aunque no fue sometido a votación.
