Si la pesca, bien sea de altura o bajura, lucha contra la ausencia de un relevo generacional, también lo hacen otros sectores como el del marisqueo o las actividades afines como la que realizan las rederas o las empacadoras. El propio Ministerio de Agricultura y Pesca admitió en un informe que existe un "peligro de desaparición" pese a tener un trabajo indispensable. Y es que las encuestadas en ese estudio afirman que las "actuales condiciones laborales" hacen que las jóvenes no tengan interés en seguir la actividad de sus progenitores. De hecho, llegan a decir que "por debajo de los 40 años" no hay mujeres o marineros capaces de realizar su trabajo.
Una tesis de la viguesa Patricia Martínez recogida en la revista especializada Industrias Pesqueras el pasado agosto señalaba que estos trabajos realizados habitualmente por mujeres son "muy duros físicamente" y "no tienen todos sus derechos reconocidos en cuanto a enfermedades laborales".
La tesis, titulada Empoderamiento femenino en contextos de gobernanza. Las experiencias de las trabajadoras de la pesca en Galicia y Euskadi, defiende el papel de la mujer en el sector pesquero y critica la ausencia de relevo generacional en las actividades asociadas habitualmente al género.
En el caso de las rederas, el Ministerio señala también como un "obstáculo" la falta de confianza que los armadores depositan en las personas de mediana edad que están comenzando en a trabajar en favor de las más "experimentadas". "Muchas de ellas se desaniman y acaban decantándose por otra actividad", apunta en el informe, que también señala al intrusismo como una de las causas que hacen que prolifere el problema de relevo generacional.
