Los fuertes vientos registrados ayer provocaron unas corrientes tan intensas que las bateas gallegas sufrieron un duro revés. Buena parte del mejillón que permanecía en las cuerdas, a la espera de que remita el episodio tóxico que impide su extracción, puede haberse perdido para siempre, ya que en situaciones como ésta los desprendimientos son cuantiosos. Se registraron rachas de más de 100 kilómetros por hora en las rías. En la estación meteorológica de A Lanzada (O Grove) se midieron 99, la de Corón (Vilanova) llegó a los 82, en Cíes (Vigo) alcanzaron los 88 y en Castro Vicaludo (Oia) fueron de 135 km/h, todo ello antes de las 20 horas.

Esta circunstancia constituye una agresión demasiado fuerte en el peor momento posible para un molusco demasiado castigado. Hace meses ya se alertó de la presencia de una especie de medusa que destrozaba el producto en las cuerdas, a lo que se sumaba el hecho de que la mejilla (semilla) se había "agarrado" mal, por lo que ya se habían producido desprendimientos.

Por eso lo sucedido ayer puede ser la puntilla para el sector, que en muchos casos da por definitivamente perdida la campaña de la industria, la de Navidad y toda la cosecha. Ayer por la mañana todas las preocupaciones se centraban en la presencia de las biotoxinas que mantienen cerradas la mayor parte de las bateas. Las miradas se dirigían al helicóptero Pesca I, que en episodios y circunstancias excepcionales como los actuales se suma a las labores de control de la conocida popularmente como marea roja y toma muestras sobre la plataforma continental, es decir, mar adentro.

La aeronave de Gardacostas de Galicia despegó desde su base en Peinador para dirigirse a Vilaxoán (Vilagarcía), donde tomó tierra para recoger a una bióloga del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar). Tomó también muestras en Baiona, A Guarda y Oia con el propósito de saber qué niveles de células tóxicas puede haber en ellas y determinar qué puede suceder en cuanto las corrientes las introduzcan en las rías.

"Este viento es lo que nos faltaba después de un mal año, por eso podemos darlo ya por perdido y empezar a pensar en la siguiente campaña", se lamentaba ayer un histórico dirigente bateeiro de O Grove.