El grupo municipal del PP vuelve a criticar el retraso en las obras de reforma del estadio de Balaídos y recuerda que, pese a los anuncios del gobierno de Caballero, la temporada va a terminar con la grada de Río sin concluir. El edil Miguel Fidalgo denunció ayer que las obras se han convertido en "una auténtica pesadilla que no va a acabar antes de 2023, como pronto". La reforma, añadió, "es un mero lavado de cara que ha costado, hasta la fecha, más de 15 millones". Según el edil, han estado plagadas de problemas y "siempre ha reinado la improvisación", y criticó el "surrealismo" de un proyecto en el que "ni siquiera han cambiado el saneamiento o la electricidad". Así que, tras cuatro años en los que solo se ha reformado "una grada y media", entiende la "lógica desconfianza" del Real Club Celta y que haya "roto relaciones" con el Concello.

Por su parte, el portavoz del gobierno municipal, Carlos López Font, responde a Fidalgo que "día tras día, se demuestra que el PP no se entera", y asegura que las obras de Tribuna y Río "ya están terminadas". Las críticas son una "cortina de humo" para tratar de ocultar el hecho de que la Xunta "no invierte un solo euro" en la reforma. "El PP también tendría que explicar por qué la Xunta se quiere llevar el campo de la ciudad de Vigo", sentenció.