La convicción extendida en el seno de la comunidad portuaria de que Maersk nunca abandonaría del todo el Puerto de Vigo sino que aumentaría su actividad tanto aquí como en Marín gana ahora un nuevo argumento. Cuando se cumplen este mayo dos años del sonado traslado de tráficos a la terminal vecina, la naviera sorprende con una iniciativa apoyada en la combinación logística tren-barco que de fructificar daría un fuerte empujón al movimiento de contenedores en Guixar. Su objetivo pasa por convencer al potente tejido industrial de Aragón de las posibilidades de la línea ferroviaria desde la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ) como puerta de salida al exterior de sus productos a través de los muelles vigueses. Ya contactó con varias firmas, entre otras, algunas pertenecientes a los sectores agroalimentario y de la automoción. Una ofensiva comercial que cuenta de partida con la ventaja de promoverla la compañía danesa que centraliza en el "Puerto Seco" de la capital maña su base de operaciones para el norte de España.
Quienes en marzo comenzaron a preguntarse a qué se debía la inusual presencia de un tren con contenedores de Maersk estacionado en el recinto de Adif creen que esto fue un "ensayo" de la conexión exportadora que se propone abrir ahora la armadora entre Zaragoza y Vigo. Algunos indicios alimentarían esta tesis. Porque desde aquel primer convoy no han parado de llegar a Vigo cargados con una media cada uno de treinta depósitos.
Vacíos, y de los dos tipos, estándar (para carga seca) y los reefer (perecederos), todos acababan en la instalaciones que tiene en Guixar Transglobal, una firma especializada en mantenimiento, reparación y limpieza de estos equipos que precisamente acaba de aumentar el ámbito de su concesión frente la empacadora de basuras. Después de que estos contenedores pasasen el checking, en Vigo se quedaban una parte, sobre todo los "secos" para su posterior derivación hacia los barcos, mientras que el resto regresaban de nuevo a Zaragoza montados sobre el tren. Pero si entonces fuentes de la empresa viguesa valoraban este flujo como "puntual", sin concederle mayor trascendencia, ante el trasiego de convoyes visible por cualquiera desde el exterior del recinto portuario no tienen más remedio que admitir que su frecuencia ha aumentado "hasta a dos por semana".
"En Maersk están muy satisfechos", señalaron las citadas fuentes en referencia al servicio que les prestan en Transglobal. Esta empresa es filial de Grupo Davila, al igual que Termavi, la concesionaria de la terminal de contenedores de Vigo donde ya tienen confirmado que Maersk contactó con esas empresas de Aragón ofreciéndoles una conexión ferroviaria estable para la exportación por Vigo. Y saben que este servicio podría interesar no solo para al transporte de productos perecederos como los agrícolas, también incluso a PSA para el intercambio de piezas entre sus plantas de Opel en Figueruelas y Balaídos. En otras circunstancias Termavi se pronunciaría con mayor efusividad sobre el nuevo plan de la naviera. En cambio ahora, en plena negociación de las empresas estibadoras con los sindicatos, todo pronunciamiento con ese tono ofrecería una lectura equivocada sobre el actual panorama competitivo.
Optimismo en Adif
Para los responsables de la terminal viguesa, la continuidad de algunas navieras sigue en el aire, así que prefieren silenciar cualquier expectativa en positivo. Por el contrario, esa caravana de convoyes con contenedores de la naviera ha insuflado un irrefrenable optimismo entre la plantilla de Adif. "Ahora sí que estamos teniendo bastante más trabajo que antes", aseguran a FARO trabajadores del puesto ferroviario de Guixar. Según estos empleados, los trenes que Maersk fleta desde Zaragoza no realizan el trayecto directo hacia Vigo, sino que llegan aquí a través de Madrid. Entre las causas de esta desviación apuntan la necesidad de agrupamiento o clasificación de aquellos depósitos que necesitarían labores de mantenimiento en Vigo.
