Los juzgados fueron un perfecto indicador de la crisis económica. Y uno de los procedimientos que evidenció la dureza de las consecuencias de la inestabilidad económica fueron las subastas judiciales. En los peores años, en Vigo se sucedían sin tregua. Muchas tenían además un valor millonario. Viviendas, terrenos, locales comerciales, naves, plazas de garaje, vehículos y hasta embarcaciones protagonizaban los edictos que se colgaban en los tablones de anuncios de los tribunales civiles. "Había tantas pujas que no llegaba el sitio que teníamos para exponer esos edictos, llegaban a estar incluso unos encima de otros", recordaba esta semana el letrado de la Administración de Justicia (secretario judicial) de una de estas salas. Y es que la media en la ciudad olívica en los ejercicios de mayor aluvión, aproximadamente entre 2008 y 2013, fue de prácticamente una subasta al día.

Pero la situación cambió. Y mucho. Las pujas ya no se celebran en las salas de vistas, como antes, ni los edictos se publicitan en un tablón en los propios juzgados. A raíz de una reforma legal en 2015, las subastas son electrónicas y se desarrollan online en un portal de internet dependiente de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. Pero lo más significativo no es que se haya transformado la forma de ejecutar estos procesos. Lo relevante es que las pujas se han desplomado. La tendencia se lleva notando un tiempo, pero cada vez es más evidente. "Disminuyeron mucho, es lógico; durante la crisis hubo muchas ejecuciones hipotecarias y ahora se ven menos: en lo que va de año aquí solo entró un caso", cuentan en una sala.

La recuperación económica ha hecho caer las subastas. Pero otro factor se ha juntado durante las últimas semanas: la huelga de funcionarios. Aunque son los letrados de la Administración de Justicia los que acuerdan sacar los bienes a puja, estos trabajadores intervienen en la tramitación del proceso. Así que, aliados ambos factores, el fin de lo peor de la crisis y el paro, se ha dado una situación del todo inédita: que en la actualidad no hay ni una sola subasta electrónica ordenada desde los juzgados vigueses activa en el portal de internet. Y de toda la provincia de Pontevedra solo son dos: una de un tribunal de Pontevedra y la otra, de Vilagarcía. Y si se analiza el conjunto de Galicia, solo son 15 las pujas convocadas por juzgados de esta comunidad.

Escasos procedimientos

Más allá de la huelga de funcionarios -que ha contribuido a agudizar la situación ya que de hecho hay un puñado de procedimientos de esta materia parados en los tribunales vigueses a la espera de que concluya el conflicto y poder reactivarlos-, lo cierto es que la avalancha de subastas vividas durante la crisis parece haber pasado, por ahora, a la historia. Los datos así lo confirman. En una de las 12 salas de Primera Instancia de Vigo, tras consultar las estadísticas, relatan que en todo 2017 solo convocaron 15 pujas. Y en lo que va de 2018, ninguna. En otro de los órganos judiciales las cifras son prácticamente idénticas. El año pasado dieron de alta 16 y en el actual por ahora tienen el marcador a cero. En este último, sin embargo, tienen dos subastas en tramitación a la espera de ser activadas. Y en el caso de otras dos, están paradas ya que los ejecutantes -generalmente suelen ser bancos- todavía no abonaron la tasa, que es obligatoria para que el portal de internet donde se pueden presentar las ofertas de inicio a la puja.

Junto al hecho de que hay menos bienes que subastar, en los juzgados vigueses aprecian además otro fenómeno. "Hay muchas pujas que finalmente se cancelan ya que las partes llegan a un acuerdo; la mejora de la situación económica ayuda a esto", relatan.

Y al margen del número de pujas, ¿hay más adjudicaciones ahora que se celebran por internet? No hay una opinión unánime. En algunos juzgados no aprecian un gran cambio en relación a cuando eran presenciales. En otros sí creen que se da salida a más bienes, ya que cualquier persona, desde cualquier punto de España, puede hacer ofertas. Y es que las pujas se llevan a cabo forma telemática a través del portal habilitado. La página, en donde se pueden consultar los datos sobre los bienes que se anuncian, también va informando durante el desarrollo de la subasta de la cuantía de las ofertas que se van presentando. Para participar, hay que estar dado de alta en el sistema.