El PP urge al alcalde, Abel Caballero, a dejar sin efecto "de forma inmediata" la subida de impuestos prevista para este año después de que el propio gobierno municipal reconociera que prevé recaudar por encima de lo presupuestado. Así, la portavoz del grupo popular, Elena Muñoz, denuncia una subida media de un 20% en las principales tasas en los últimos diez años al tiempo que lamenta la "voracidad recaudatoria" y la "obsesión compulsiva" del regidor por cobrar cada día más.

De esta manera, apunta que Caballero subió los impuestos "todos y cada uno de los años" desde que es alcalde "con la excepción del ejercicio en el que el PP le obligó a bajarlos como condición para aprobar los presupuestos" por lo que "llevamos diez años de incrementos continuados". Además, destaca que el incremento del 2,2% para 2018 contrasta con la previsión de recaudación de un 5% más de lo previsto. "Cobra a todos y por todo", lamenta la edil.

En este sentido, considera que son incrementos "sin sentido" porque el gobierno local presume precisamente de la buena situación financiera del Concello. Argumenta que las arcas municipales tienen "casi 100 millones de euros en caja" por lo que lamenta que reciben "mucho más de lo que luego son capaces de devolver a los ciudadanos en servicios".

Como ejemplo de esta "obsesión compulsiva" del alcalde por recaudar, detalla que el IBI ha aumentado un 33% desde que Caballero es alcalde, lo que convierte a Vigo en "la ciudad con el IBI más caro de las veinte principales de España" y se queja de que "pagamos el doble de lo que abona un madrileño, algo escandaloso". También apunta el 25% de incremento en el precio del autobús urbano, "el más caro de Galicia", o el del 16% en el pago del estacionamiento en zona azul. "Somos la única ciudad gallega que paga más de 60 euros de media por el impuesto de circulación y pagamos el doble por la grúa que en Santiago", enumera Muñoz.

La portavoz popular también se refiere al Impuesto de Actividades Económicas (IAE), con una recaudación que crece "en contraposición al número de empresas que lo pagan, que no ha hecho más que descender". Razona que los negocios se marchan a otros municipios limítrofes "donde pagan menos", como Nigrán o Porriño, con impuestos un 44% y un 25% más bajos, respectivamente.