Ocurre cuando muchos estudiantes que cursan estudios en ciudades como Santiago, Vigo o Pontevedra regresan después del fin de semana. Los trenes afectados pueden alcanzar velocidades de hasta 160 kilómetros por hora, por lo que el peligro de personas de pie o sentadas en maletas en pasillos atestados es evidente.

Desde RENFE alegan que saben que esto ocurre, pero que se trató de una circunstancia aislada por disminución de refuerzos al ser el día 29 de enero festivo en Santiago. Pero los usuarios dicen que no es la primera vez. Existe constancia en imágenes de hace tres años, en estas misma fecha, con gente diferente pero en circunstancias similares en el mismo trayecto, también en domingo.