Horas después de que la Xunta informase de que sus análisis habían revelado un nivel de hierro superior a lo permitido en el agua de Canido, el Concello divulgaba sus propios resultados, que lo rebaja a valores compatibles con el consumo humano. "El agua es 100% potable", incidía a media tarde el Ayuntamiento, que relaciona además los resultados obtenidos por la Consellería de Sanidade durante sus controles con unas obras en las tuberías de la zona. "No se debe ni a la sequía ni a la depuradora y es algo que conoce la Xunta. Feijóo sabe que ese registro no está relacionado con la potabilizadora, pero es un ventajista, tramposo y mentiroso", remata el Concello.

El Gobierno gallego sostenía poco después que el dato obtenido por Aqualia era de 559 mg/l de hiero, cuando el valor límite permitido es de 600; y que las mediciones a la salida de la planta potabilizadora alcanzan las 514. Cuestionan además que esos valores estén relacionados con obras en las tuberías. La réplica desde el Concello es tajante: "Todo el agua de la ciudad cumple en estos momentos la normativa establecida por la Xunta".

El alcalde, Abel Caballero, incide en la "absoluta irresponsabilidad" mostrada por Feijóo al poner en duda la calidad del suministro. "Intenta sembrar la alarma en Vigo con algo tan importante como el agua, pero sus palabras solo demuestran la desesperación completa del PP al ver cómo los vigueses le han dado la espalda porque ven que la ciudad funciona y ya están hartos de las políticas anti Vigo de la Xunta", zanja el regidor.

Un día después de que Feijóo le acusase de "jugar con la salud de la gente", Caballero relaciona la actitud del presidente autonómico con la estrategia electoral del PP. "A la vista del desastre total que es la señora Muñoz, Feijóo se quiere convertir ahora en el líder de la oposición en Vigo y pretende hacerlo con mentiras y calumnias", anota el primer edil: "Y ya que critica los ornamentos y las luces, yo le recomendaría que, como se considera vecino de Vigo, se pase por el centro y pregunte a los vigueses, a los visitantes, a los comerciantes y a los hosteleros qué piensan del alumbrado. Porque me temo que enclaustrado en su residencia de Monte Pío en Santiago, no ve nada, ni se entera de nada de lo que está pasando en Vigo".

Desde el Concello se insiste en que se comunican los resultados de sus análisis cada día a la Xunta y que los responsables autonómicos "tienen a su disposición" los datos de Aqualia. El jueves Caballero detalló incluso que se realizan análisis cada cuatro horas para garantizar la calidad del suministro.

En respuesta a las críticas de la Xunta, que asegura que el abastecimiento a los hogares es una competencia municipal, el Concello recuerda que en 2013 el Ejecutivo gallego llegó a presupuestar una potabilizadora en Cabral por un importe de 13 millones de euros. "Según señalaban, debía estar en un sitio alto para poder prestar servicio a las zonas más elevadas del término municipal. Entonces tenían claro que la planta debía asumirla el gobierno autonómico, por eso la presupuestó y propuso su traslado a Cabral. ¿Ahora quieren que pague Vigo la potabilizadora de Cangas, Moaña y Redondela?", argumenta el Concello olívico.

Según los datos desgranados el jueves por Caballero, el 17% del agua potabilizada se redirige a Redondela, Cangas y Moaña. "Vigo podría resolver el problema simplemente cortando el agua a todos los concellos a los que se la da. No lo hacemos, ni lo haremos, por responsabilidad", esgrimía Caballero tras recalcar el carácter "supramunicipal" de la planta de O Casal.

A lo largo de los últimos días la Xunta ha recalcado que el problema de suministro que afronta la ciudad está relacionado tanto con la sequía, como con la "ineficiencia" de su planta potabilizadora. El Ayuntamiento, sin embargo, insiste en que "en condiciones normales" la instalación del tratamiento del agua es capaz de tratar el agua de Vigo, Moaña, Cangas y Redondela con "resultados óptimos".

Planta supramunicipal

Desde Praza do Rei recuerdan además que solicitaron a Augas de Galicia que redujese el caudal ecológico de Eiras -lo que aumentaría la cantidad de agua que se destina al suministro- durante semanas y que esa medida no se adoptó hasta bastante después. "Si se hubiera hecho cuando lo pedimos, hoy tendríamos un nivel de agua 10 puntos superior", sostiene el Ayuntamiento, que culpa de esa decisión directamente a Feijóo.

Otra crítica del Concello es que San Caetano "se comprometió" a realizar un trasvase en 2011 para reforzar el suministro que llega a la ciudad. "Si la Xunta lo hubiese hecho, hoy no estaríamos en esta situación. En Vigo no lo hicieron; en A Coruña, sí", apostilla.

"Por mucho que el presidente de la Xunta mienta y envíe a su comisario político de rango menor, el señor López-Chaves, que hundió el Puerto de Vigo, seguirá siendo toda su responsabilidad no haber escuchado al Concello pidiendo el trasvase y la reducción del caudal ecológico. Una vez más, Feijóo intenta esconder su incapacidad política", zanja el Gobierno local.

La situación de sequía que arrastra la comarca desde hace meses ha dejado los embalses de Eiras y Zamáns en mínimos históricos. Para atajar esa situación, la Xunta y los municipios implicados acordaron realizar un trasvase de urgencia del río Verdugo a la altura de Ponte Caldelas que costará 5,5 millones, cantidad que aportarán al 80 y 20%, respectivamente, el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia.