El viejo edificio de los soportales de O Berbés ofrecerá en menos de un año 20 nuevas oficinas vinculadas a la actividad marítima-portuaria. Con una oferta de 1,5 millones de euros y diez meses de plazo, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las ourensanas Proyecon Galicia y Emergis Construcción ha resultado ganadora del concurso de la Autoridad Portuaria para ejecutar una reforma diseñada con el objetivo de aprovechar al máximo unas dependencias con amplio espacios vacíos o infrautilizados por los inconvenientes derivados de la antigüedad de un inmueble proyectado en 1947 por el ingeniero Eduardo Cabello.
Situado frente a las lonjas del puerto pesquero, el conjunto arquitectónico diseñado por Cabello lo forman dos ámbitos separados por un pequeño vial y edificados entre la glorieta que cruza con la calle Gaiteiro Ricardo Portela y el Instituto Social de la Marina, en la Avenida Beiramar. Salvo intervenciones puntuales realizadas por concesionarios como Conxemar, la Unidad de Tecnología Marina (CSIC) o la empresa Marexi, entre otros, la imagen que ofrece buena parte del resto de la superficie interior -en particular la existente en sus plantas superiores- ha acabado perjudicada por la falta de uso de muchos de los espacios. Destinados en origen a oficinas, algunos llevan sin ocupar años, acelerándose una irrefrenable degradación que tiene su origen en las filtraciones de agua causadas por una deficiente impermeabilización de la cubierta.
Precisamente el primer propósito de la reforma ideada por el estudio de arquitectura Castroferro -el mismo que firma la de Portocultura- consiste en acondicionar las oficinas existentes. Pero mediante la remodelación de los núcleos de conexión de las tres plantas y la redistribución de los espacios, junto a la ampliación en 500 m2 de la ahora irregular planta bajo cubierta, consigue aumentar hasta la veintena el número de locales. Y no solo eso. Al mismo tiempo soluciona esos graves problemas de humedad e instala el servicio de ascensor, dos cuestiones que habían espantado a varios inquilinos.
Espacios modulables
De las veinte, 7 se ubicarán en el edificio denominado "A" , entre la glorieta y el callejón; y 13 en el "B", hasta la medianera que comparte con el Instituto Social de la Marina. La superficie útil que el Puerto ofertará en concesión entre los dos edificios sumará los 3.500 m2. En todo caso, es probable que el número de oficinas acabe variando. Consta en la memoria del proyecto que la superficie destinada a las empresas "se podrán modular" para adaptarlas a las necesidades de los futuros demandantes. Un planteamiento calcado al aplicado en el remozado inmueble a punto de inaugurarse muy cerca, donde, por ejemplo, una sola compañía se ha hecho con cinco espacios de la segunda planta para unificarlos, por su cuenta, en uno solo.
La remodelación proyectada no hace más que potenciar el edificio como complejo de oficinas sin cambiar para nada la actividad predominante en la actualidad, que se corresponde con el "uso Portuario Complementario" reservado para esta zona dentro de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP). Las obras arrancan este mes.
