A la espera de ver cómo responde el otoño, los hoteles de Vigo pueden presumir de estar viviendo su año de mayor actividad. Ningún ejercicio desde al menos 2005 -el primero del que aporta información el Instituto Nacional de Estadística (INE)- había logrado unos datos tan buenos como éste. Las tablas divulgadas ayer por el observatorio estatal muestran que entre enero y agosto se alojaron en la ciudad casi 282.500 turistas, lo que representa cerca de un centenar y medio más cada día que en 2016.

Si se compara el dato con 2013 -cuando el sector tocó fondo arrastrado por la crisis- la comparación es incluso más contundente. Entonces se habían hospedado en Vigo 88.100 viajeros menos durante el mismo período. O lo que es lo mismo: unos 360 menos cada día. En cuanto al número de noches contratadas por esos clientes -lo que el INE denomina "pernoctaciones"- este año se han anotado 557.700. De nuevo, el resultado más abultado que se recuerda.

Dos factores ayudan a entender esas marcas históricas. El primero, el clima general de recuperación que vive el sector en toda España. La mejora en la automoción o el naval se traduce a su vez en más viajes de negocios, claves para los hoteles de una ciudad de perfil industrial como Vigo. El segundo factor es la mejora de las conexiones de la ciudad. Los nuevos enlaces de Peinador -que este verano disfrutó de un amplio abanico de destinos- hacen más fácil que los turistas de otros puntos de España o Europa se dedican a visitar Vigo. Buena prueba la aportan los turistas extranjeros. Gracias a los vuelos internacionales de Peinador -Londres, París, Lisboa, Edimburgo, Dublín, Milán, Bolonia y Roma- el número de clientes extranjeros se ha disparado de forma notable. Este verano -entre julio y agosto- se hospedaron en la ciudad 33.900 viajeros llegados de fuera de España, un 26% más que solo un año antes y más del doble que en 2013. Si ese último año los turistas de acento foráneo representaban apenas el 20% de todos los que recalaban en Vigo; en los últimos dos meses han llegado a suponer un tercio.

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En ese contexto general agosto dejó un saldo particularmente dulce, con casi 54.400 viajeros, un 12% más que el año anterior y bastante por encima de los ejercicios que empañó la crisis. Aunque el "tirón" cada vez mayor de Cíes -cuyos encantos han predicado medios tan influyentes y respetados como The Guardian, The Telegraph o National Geographic- favorece al turismo local, el peso de O Marisquiño sigue siendo decisivo. El festival de la cultura urbana atrae a Vigo cada agosto a una multitud de skaters, riders, aficionados al deporte, la cultura y el arte urbano, sponsors, organizadores... Que copan los hoteles de Vigo y dejan sentir su presencia incluso en alojamientos situados fuera del municipio. Según los datos recabados por los responsables del festival, en esta ocasión entre el 11 y 13 de agosto O Marisquiño reunió a 160.000 personas.

Otra de las razones que manejan en el sector para explicar el repunte es el escenario global. Buena parte de los europeos que solían veranear en el norte de África optan ahora por hacerlo en Canarias, Baleares y el Mediterráneo. Debido a esa afluencia de nuevos clientes, los precios se encarecen allí y los visitantes tradicionales buscan alternativas, como Galicia o, en concreto, las Rías Baixas.

Balance de septiembre

El broche de oro a la campaña estival lo pondrá septiembre, aunque desde el sector avanzan que sus resultados no serán tan buenos como los de julio y agosto. El presidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje de la provincia de Pontevedra (Asehospo), César Sánchez-Ballesteros, anticipa que el mes dejará un saldo "muy parecido o un poco mejor" al de 2016. "El tiempo no ha sido tan bueno como los otros meses", reconocía ayer. Aunque el parte meteorológico no ayudó, sí lo hicieron citas puntuales que atrajeron visitantes a Vigo, como el Vigo Street Stunts, que según sus organizadores reunió a 100.000 personas; o el congreso de transitarios que se celebra estos días en la ciudad con más de 200 inscritos.

El presidente de Asehospo estima que gracias a esa cita profesional el nivel de ocupación de los hoteles del centro ha podido repuntar hasta el 75%.