La comisaría de la Policía Nacional se convirtió en un parque de atracciones improvisado para una decena de niños de Oncología, donde los pequeños pudieron disfrutar de una lúdica y divertida jornada jugando con instrumentos policiales, probándose los cascos o incluso subirse a una auténtica moto. Los menores y sus padres forman parte de la reciente asociación Bicos de Papel.