"La demanda ciudadana quedó clara (...) No hay nadie en la sociedad civil que se oponga a la senda verde", esgrime Quique Pérez, secretario de Pedaladas, una de las asociaciones convocantes de la marcha que el domingo exigió el aprovechamiento de las vías de tren en desuso para crear una ruta para ciclistas y paseantes que enlace Vigo y Pontevedra.

En sentido similar se pronuncia el secretario de As Salinas de Ulló, Alberto Agulla, que destaca el enorme consenso generado en el tejido asociativo de Vilaboa, más allá de las simpatías políticas de cada agrupación vecinal o deportiva.

La Asociación de Vecinos de Chapela también respalda la iniciativa, aunque para el tramo entre esta parroquia y Vigo reclama que no se eliminen las vías de tren, a fin de que cuando entre en funcionamiento el AVE a Madrid, junto al paseo y el carril-bici un tranvía dé servicio de cercanías hasta la futura estación intermodal de Urzáiz, según explica su presidente, Marcial Pérez.

También los cinco concellos por los que transcurre el viejo trazado ferroviario -Vigo, Redondela, Soutomaior, Vilaboa y Pontevedra- se muestran a favor de que el Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), ceda los terrenos para su transformación en una vía verde, tal como hizo en unos 2.500 kilómetros de trazado ferroviario de toda España.

Dos tramos

El proyecto se dividiría en dos tramos, uno entre Vigo y Chapela, y otro entre Arcade y Pontevedra. En medio, la vía de tren sí sigue en uso, por lo que para dar continuidad a la senda habría que buscar caminos alternativos, algo que los ayuntamientos implicados ven factible. En cualquier caso, la prioridad es comenzar por esos tramos que están abandonados.

Para la parte que pasa por Soutomaior, Vilaboa y Pontevedra, los tres gobiernos municipales afectados, cada uno en manos de un partido distinto, están en disposición de hacer un frente común para dotar de más fuerza su reivindicación. "Lo lógico sería ir todos de la mano y que los grandes tiren de la locomotora", enfatiza el alcalde popular de Soutomaior, Agustín Reguera. También el regidor de Vilaboa, el socialista José Luis Poceiro, se muestra abierto a esta vía, igual que el Ejecutivo nacionalista de Pontevedra.

Antes de dejar el Ministerio de Fomento, Ana Pastor, había dicho que en este tramo la senda verde no era factible porque las vías se utilizarían para mercancías, pero los actores consultados constatan que no se ha dado paso alguno en ese sentido y que el abandono es absoluto.

En el trayecto entre Teis y Chapela, ambos concellos optan por gestionar la reclamación con sus propios ritmos. En el caso de Vigo, fuentes municipales lamentan que el Gobierno de Mariano Rajoy echase abajo un acuerdo "prácticamente cerrado" con el Ejecutivo Zapatero para una senda verde en los kilómetros de vía antigua que transcurren por la ciudad.

El alcalde de Redondela, Javier Bas (PP), explica que en primavera se reunió con responsables de Adif para plantearles la idea en lo concerniente a su concello, y está a la espera de que le confirmen si las vías tendrán un uso ferroviario o no. "Si en Vigo se hace su parte, miel sobre hojuelas", comenta, aunque no descarta llegar a acuerdos para reivindicarlo juntos.