Por Vigo circulan cada día cientos de miles de vehículos. Más de 300.000 según las últimas estimaciones de la Concejalía de Tráfico. Conseguir que no haya ningún accidente con esta elevada cifra de desplazamientos parece misión imposible. Pero rebajar el índice de siniestralidad sí está al alcance, tanto a través de la mayor responsabilidad de los propios conductores, como también de las medidas en materia de seguridad implementadas por el Concello. Y en el caso de la ciudad olívica parece que las dos partes implicadas van de la mano. Por lo pronto, el arranque de 2017 (primer semestre) se sitúa como el de menor accidentalidad desde que hay estadísticas. Apenas se registraron 186 colisiones cada mes, la gran mayoría de carácter leve; lo que vulgarmente se conoce como chapa y pintura. Hace una década, por ejemplo, no solo se superaban las 300, sino que el porcentaje de heridos graves era muy superior. Pero desde entonces la cifra se ha ido reduciendo año a año.
¿Qué ha pasado en ese tiempo para llegar a mínimos históricos? Evidentemente la crisis económica jugó un papel importante, ya que el número de vehículos en las calles se redujo y, por lo tanto, las probabilidades de accidente. También las intensas campañas de concienciación de la Dirección General de Tráfico, la entrada en vigor del carné por puntos (2006) o la mejora de los sistemas de seguridad de los automóviles tuvieron mucho que ver. Pero todo ello ha ido acompañado a nivel local de una profunda transformación de la ciudad en aras de blindar a peatones y conductores. En la mayoría de calles del casco urbano (más de 200) el límite de velocidad se ha rebajado a 30 km/h a medida que se han ido humanizando. Es una de las recomendaciones europeas que Vigo ha seguido a rajatabla. Y el resultado va mucho más allá de la reducción del número de siniestros. A menor velocidad, el riesgo de consecuencias críticas tras un choque o un atropello se reducen. Y así está ocurriendo. Vigo registra actualmente uno de los menores índices de heridos graves de su historia. En los 1.100 golpes registrados en el primer semestre solo resultaron con daños críticos 16 personas. Hace cinco años se superaban ya las 40; y hace una década, las 50.
Pero las medidas que han permitido reducir los accidentes y disminuir la gravedad de los mismos van más allá. Para evitar los excesos de velocidad la Concejalía de Tráfico ha multiplicado tanto los badenes como los pasos de peatones resaltados. También ha reforzado el control por radar, tanto con un vehículo camuflado nuevo, como habilitando los tres fijos que alterna por nueve cabinas para que puedan fotografiar a los infractores en ambos sentidos de circulación. Otra medida reciente ha sido la apuesta por la transformación de algunas rotondas en "turboglorietas". Solo en el primer año desde la instalación de la primera -Gran Vía con Illas Baleares- los golpes en este tipo de cruces se redujeron en más de un centenar.
Capítulo a parte merecen las medidas para blindar a los motoristas. Como adelantó FARO, los accidentes han caído a la mitad en la última década pese a haberse disparado un 55% el número de usuarios de motocicletas y ciclomotores hasta más de 34.000. Carriles moto, zonas adelantadas en semáforos, menos pintura en el asfalto o la eliminación de guardarraíles peligrosos han sido solo algunas de las iniciativas del Concello.
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El Concello ultima la aplicación móvil que informará del estado del tráfico en tiempo real
- Tras más de dos años trabajando en ella, el Concello ultima el desarrollo de la aplicación para teléfonos inteligentes que permitirá a los vigueses conocer el estado del tráfico de toda la ciudad en tiempo real: Vigo Smart Traffic. Con ella no solo será posible ver sobre un plano de la ciudad la fluidez que hay en cada calle en cada momento, lo que se representará con colores: rojo en el peor de los casos (muy lento); y azul, para el mejor (muy fluido). También será posible conocer cuál es el itinerario más rápido para ir de un punto a otro de Vigo en función de los atascos que haya. El usuario solo tendrá que indicar el punto de partida y destino y el sistema le aconsejará la mejor ruta. Toda esta información se consigue gracias a las decenas de sensores Bluetooth que Tráfico tiene instalados en el casco urbano. Con esta aplicación móvil que se lanzará para los teléfonos con sistema Android, los vigueses también podrán consultar en la palma de su mano las obras que están en marcha en cada punto de la ciudad y que pueden dificultar el tránsito, la ubicación de los aparcamientos subterráneos (en un futuro se pretende incluir el número de plazas libres en cada uno de ellos) y también las imágenes de las decenas de cámaras de vigilancia de tráfico que hay instaladas por toda la ciudad.
Uno de cada tres atropellos ocurre por la irresponsabilidad del peatón
- Los atropellos también están bajando, aunque en menor medida que el global de los accidentes. En el primer semestre se registraron 94 (8 graves). Son más que el año pasado (89), pero la cifra está por debajo de los más de 100 que se venían contabilizando hasta el año 2015. Aunque la Policía atribuye al conductor la responsabilidad en la mayoría de arrollamientos, los peatones también los desencadenan. Durante el primer semestre, 8 fueron por cruzar la calle fuera de un paso; 9, por no respetar el semáforo; y 18, por irrumpir bruscamente en la calzada.
