Vecinos y comerciantes del entorno de Balaídos respiran "aliviados" después de que el Concello y el club recondujeran las relaciones para que el Celta siga jugando en el estadio. Apuestan por una negociación "sincera, transparente y liberada de egoísmos que mire por los intereses de la ciudadanía". Esta es la petición que traslada a las dos partes el presidente de la Asociación de Vecinos de Val do Fragoso, Manuel Guerra, quien recuerda que tras la millonaria inversión que el gobierno local y la Diputación están realizando en la reforma sería "impensable" que cesara la actividad en el coliseo celeste.

El portavoz vecinal pide "respeto mutuo" a Carlos Mouriño y Abel Caballero y defiende que lo más razonable después de años de condiciones muy ventajosas para el equipo celeste es que el Concello reciba dinero a cambio de la cesión en exclusiva del campo. Guerra también incide en la necesidad de que en la firma del acuerdo "se cuente con la opinión de los celtistas y de los vecinos" y que el proceso sea más transparente por ambas partes. Desde el Concello que se expliquen bien qué contrapartidas se van a recibir y en qué condiciones se firma la concesión mientras que por parte del club espera claridad a la hora de exponer las condiciones exigidas y las alternativas que se barajaban fuera de Vigo y su viabilidad urbanística.

Los comerciantes aplauden el nuevo clima en las relaciones entre el Celta y el Concello. Los negocios de Alexandre Bóveda, Martín Echegaray, Eugenio Kraff, Fragoso y Balaídos "respiran aliviados", explica el presidente de Aetravi, Víctor Fernández, quien asegura que el traslado del estadio hubiera sido "un golpe durísimo" similar al que sufre Pizarro tras el cierre del Xeral. "El 90% son negocios de hostelería que verían muy afectada su economía con un cambio total de flujos en la zona", asegura el portavoz del sector, que recuerda que los partidos de Liga y la visita de aficionados de fuera "ayudaba a traer turistas a la zona de Traviesas cuando no es paso habitual".