Los planes de Maersk de trasladar toda su actividad a Marín no gustan en el puerto de Vigo, aunque tampoco generan inquietud. Al menos así lo dejó entrever ayer su presidente, Enrique López Veiga, quien se mostró convencido de que si la multinacional danesa decide completar su mudanza a Marín, otras firmas cubrirán el hueco que deje. "El puerto ya ha pasado por esto y no naufragó y no va a naufragar; saldrá adelante", insistió el responsable de Praza da Estrela: "Nosotros vamos a sobrevivir, con Maersk o sin ella". Aunque López Veiga reconoció que su "deseo" es que la armadora regrese a Vigo, mostró su confianza en que las propias empresas minimicen el impacto de la marcha de la naviera. "Los clientes tienen algo que decir. No es lo mismo para la industria frigorífica y del procesamiento, ubicada en la zona portuaria, porque se le impone un coste adicional que no es menor", explicó Veiga antes de recordar que operar en Marín obligará a las firmas ubicadas en Vigo a incurrir en unos costes a mayores debido, además del transporte, a posibles penalizaciones o a tener que pagar una doble tasa de mercancía: en Marín y en el ámbito olívico.

"La industria de la alimentación que tenemos aquí ya se encargará de demostrarlo. Yo creo que Maersk comete un error, pero es muy libre de cometerlo", abundó Veiga. El responsable de Praza da Estrela avanzó además que estará "muy atento a todo lo que pase en Marín". "Cualquier ampliación que haya habrá que sujetarla a una información pública" -anotó- "Vamos a ser muy rigurosos en que se respeten las normas de la competencia entre ambos puertos". El presidente portuario reconoció tener noticias de que el Puerto de Marín "está intentando convencer" a usuarios con el fin de que cedan superficie "para permitir la ampliación de la terminal". A mayores, Veiga subrayó que en Algeciras la naviera danesa "reconoce todos los derechos a los estibadores; en Vigo, se los niega".

Sobre los planes de Maerks se pronunció también ayer el presidente de Conxemar, José Luis Freire. En su opinión "la competencia es esencial", ya que permite "mejorar": "Si no la hay, la gente se va a otros sitios". Freire remarcó que lo que necesitan las empresas que agrupa Conxemar son "puertos que ayuden a que el coste de la mercancía, que viene prácticamente toda por mar, sea lo más competitivo posible". "En la pesca se trabaja con mucho volumen y muy poco margen unitario, de manera que para ser competitivos se juega en céntimos. Las empresas de transporte van al sitio que le ofrece los mejores precios", concluyó el responsable de Conxemar, quien ve "absurdo" que se considere que Marín compite con Vigo. "Un monopolio en principio no es eficaz. En una actividad industrial lo que vale es la competencia y que gane el mejor. Es lo que ayuda a crear, a la innovación y te hace mejorar".

Durante el consejo de administración del Puerto de ayer, Veiga también anunció que se ha dirigido a la Comisión Europea para frenar el desvío de mercancías que se dirigen a la terminal de Leixões al toparse con trabas burocráticas en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) de Vigo. Como ya avanzó FARO, el responsable de Praza da Estrela ha enviado a Bruselas un triple requerimiento -a las áreas de pesca, competencia y seguridad- en el que le exige que esclarezca las diferencias de interpretación que hacen los PIF de Guixar y Oporto de la normativa europea. "La Comisión tiene que arbitrar y velar por el cumplimiento equitativo de las normas comunitarias", apuntó. En caso de que esa solicitud no salga adelante, el Puerto advierte que valora acudir al Tribunal de Justicia de la UE para que la Comisión se pronuncie.

Los datos que manejaban en abril la industria pesquera elevaban a 150.000 las toneladas de pesca desviada a Leixões por las trabas del PIF vigués. Ayer Veiga reconoció que, aunque "el problema va por buen camino, sigue yéndose mucho tráfico" por Oporto. "Hoy en día me preocupa más que la estiba", recalcó el responsable de Praza da Estrela para justificar el triple requerimiento enviado a la UE y en el que alerta de "la distorsión de la competencia". El objetivo -reconoce el Puerto- es "velar por el cumplimiento equitativo de las normas comunitarias" y que la Comisión "asegure un control documental idéntico de las importaciones" a ambos lados de la raia. Durante el proceso, Praza da Estrela busca que se "homogeneicen las normas, elabore un expediente sobre la posible distorsión de competencia y determine con claridad las responsabilidades de cada una de las administraciones públicas de los Estados miembros de la UE".

"Nosotros preferimos el sistema portugués, pero si hay esta diferencia la Comisión tiene que velar por arbitrar quién tiene razón y quién no", señaló el presidente portuario.