El juzgado de refuerzo de cláusulas suelo de Vigo acabará su primer mes de funcionamiento con un balance de más de 300 demandas, superando así las previsiones iniciales. La cifra es significativa, porque supone que en solo 30 días se habrán registrado tantos o incluso más casos que los contabilizados entre enero y mayo, cuando todavía no se había puesto en marcha la medida de apoyo. Tras la parálisis inicial, el tribunal ya se encuentra a pleno rendimiento. Los primeros juicios, dada la tramitación que necesitan las causas y el parón que judicialmente supone agosto, se prevén para septiembre.

Desde el 1 de junio y hasta este mismo lunes la sala de refuerzo había registrado un total de 298 asuntos. Y ayer, cuando a mayores todavía restan otras tres jornadas laborables para cerrar el mes, ya se había superado la barrera de los 300 litigios. El tribunal no solo asume las demandas de Vigo, sino también las del resto de la provincia pontevedresa. Ubicado en el edificio del Casco Vello, su dotación es de una juez, una letrada de la Administración de Justicia -esta labor la hace por el momento la profesional que ocupa esta plaza en el Juzgado de Primera Instancia número 14 de Vigo- y tres funcionarias.

Tramitación

A día de hoy la labor en el refuerzo se encuentra en la fase de dar trámite a los procedimientos, comunicar la necesidad de subsanar posibles defectos que se encuentren en los mismos... y se está empezando también a realizar los emplazamientos a las partes demandadas, es decir, a los bancos. Estas entidades tendrán a su vez un plazo de 20 días hábiles para contestar a la demanda. Dada toda la tramitación necesaria para este tipo de procesos, las fuentes judiciales consultadas precisan que lo más probable es que los primeros juicios no se podrán celebrar al menos hasta el próximo septiembre.

El arranque de la sala de refuerzo estuvo caracterizada por un sinfín de contratiempos que provocaron que no empezara a funcionar de forma efectiva hasta el 12 de junio, cuando ya se acumulaban más de 110 demandas. El tribunal de apoyo está vinculado a una sala ya existente, la de Primera Instancia número 14. Ello en virtud del plan aprobado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Esta no era la solución idónea que habían propuesto los magistrados vigueses. Hasta en dos juntas de jueces, la petición realizada era la de que se crease un tribunal autónomo, imitando el modelo que en su día se siguió con el de preferentes.

Además de cláusulas suelo, el juzgado de apoyo ve otros litigios bancarios como los de los gastos de formalización de la hipoteca.