Con un cartel en el que les desean "suerte" a la hora de encontrar un nuevo alojamiento. Usuarios del albergue de Dignidad denuncian que así se enteraron que el próximo 1 de julio este cerrará sus puertas. Calculan en 30 las personas afectadas.

"No lo confirmo ni lo desmiento", responde el gerente de esta instalación, Jesús Aguayo, al ser preguntado por esta decisión. Según diversos testimonios, alega que no recibe subvenciones para mantenerlo abierto.

El albergue de la calle Toledo ingresaba con la venta de ropa y muebles que trabajaban en el taller y, luego, se vendían en sus dos rastros. Tras una inspección en la que la Policía Local detectó altas concentraciones de gas, extintores y medicamentos caducados y alimentos mal conservados, el Concello optó por precintar la cocina y el almacén en el que trabajaban, a finales de abril. Así, se habría quedado sin parte de sus ingresos, aunque mantiene abierto los rastros. El albergue siguió funcionando pese a no contar con licencia de actividad.