"No podemos acceder a las demandas". Ésta era la situación ayer al mediodía en el juzgado de refuerzo de cláusulas suelo. Las tres funcionarias asignadas a la sala aún no pudieron empezar a trabajar sobre los procedimientos que entran sin cesar desde el 1 de junio. Ya suman un centenar. "El trabajo entra como si ya estuviéramos operativos; cuando arranquemos, habrá más de cien asuntos pendientes, es un sinsentido", afirmaba una de las trabajadoras. "Empezaremos el lunes...; o eso al menos esperamos", decían.

El refuerzo está en el edificio del Casco Vello. Las funcionarias estaban inicialmente en la planta inferior del inmueble, pero ayer fueron trasladadas a la segunda planta, ya que abajo, junto al despacho de la juez, estará la sala de vistas. A la nueva ubicación se llevaron también las mesas y los ordenadores. Pero por ahora no disponen de mucho más. Era visible ayer en el tribunal y lo ha denunciado asimismo el sindicato judicial Alternativas na Xustiza-CUT., que también insiste en la necesidad de dos funcionarios más para hacer un total de cinco. Falta prácticamente todo el material de oficina: folios, bolígrafos, grapadoras, carpetas, sellos.... Tampoco disponen de teléfonos ni de fax. "El material ya está pedido", afirman fuentes judiciales. A última hora de ayer un técnico instalaba uno de los equipos solicitados. Pese a los problemas, las funcionarias no responsabilizan a la Xunta. "Están haciendo cosas, lo que ocurre es que apenas tuvieron margen de tiempo para poner todo en marcha desde que esta medida salió en el BOE el 27 de mayo", opinan.

La oficina de reparto judicial de la calle Lalín turna ya informáticamente los casos al refuerzo.