Poco a poco, la flota de autobuses de Vitrasa se va modernizando. En los dos últimos años ha presentado cerca de una treintena de vehículos que cuentan con numerosos accesorios acordes a los tiempos que corren hoy en día. Señal wifi gratis a bordo y conexión USB para cargar el móvil o la tablet son algunas de las mejoras que la compañía ha ido añadiendo. Pero no son las únicas. Cerca de 40 buses cuentan también con cámaras de vigilancia, indispensables para localizar a un ladrón que comete un hurto dentro del bus o a todos aquellos pasajeros que provocan destrozos en el mobiliario.
Cada uno de estos vehículos cuenta con cuatro cámaras incorporadas en lugares estratégicos y que ofrecen una imagen a tiempo real. Su visualización también es de gran ayuda a los controladores del SAE. "Si fuera por nosotros habría todavía más porque son un mecanismo de seguridad fantástico que nos permite comprobar lo que pasa en el autobús y además actúan como elemento disuasorio para los maleantes", comenta uno de ellos.
La Policía Local, con la que Vitrasa tiene una estrecha relación, también se apoya en la videovigilancia para identificar a un ladrón o a alguien que ha comenzado una pelea. "A veces incluso nos piden las imágenes porque sospechan que alguien que ha desaparecido se ha podido subir en alguno de nuestros vehículos", explica Villarino.
La introducción de estas cámaras se produjo a raíz de los incidentes nocturnos que ocurrían en los autobuses nocturnos los fines de semana. Otros de los días en los que son requeridas por los trabajadores de la compañía corresponden a las fiestas universitarias, donde miles de jóvenes acuden al campus para disfrutar de una jornada festiva. "A veces, tras beber alcohol, no saben comportarse", señala un controlador.
