Carlos Mouriño cerró ayer con el grupo socialista las reuniones con partidos políticos para exponer sus planes sobre el futuro del Celta. El presidente mantuvo un encuentro en el Concello con el teniente de alcalde, David Regades, el concejal de Movilidad y portavoz municipal, Carlos López Font, y la responsable de Educación, Olga Alonso.

Como ya ha hecho en las reuniones que ha mantenido hasta ahora con entidades sociales, económicas y políticas, Mouriño explicó a los ediles socialistas su intención de dotar de patrimonio al Celta como la mejor vía para fortalecer económicamente al club y arraigarlo definitivamente en la ciudad. Y que ese fin pasaba por la adquisición de Balaídos o la construcción de un nuevo campo en la ciudad o, en caso negativo, en algún municipio limítrofe. Además planteó la necesidad que tiene el Celta de construir una Ciudad del Deporte. Para cualquiera de las tres iniciativas es preceptivo la autorización municipal.

En un encuentro que discurrió por cauces cordiales, Regades en nombre del grupo socialista le comunicó que el Concello descartaba la venta del estadio, que "es un bien de todos los vigueses, que rechazan que la ciudad pierda un campo que es público".

Al mismo tiempo le transmitió que el gobierno local estaba dispuesto a ofrecerle "la máxima colaboración" al club para que siga creciendo, "siempre dentro de la ley". En este sentido, el grupo socialista manifestó que esperaban "una propuesta concreta" del Celta para la construcción de la Ciudad del Deporte y que si ésta tiene "encaje urbanístico", el Concello le daría su "total apoyo" para su materialización. También le recordó que ningún gobierno municipal había ayudado tanto al Celta como el presidido por Abel Caballero, un apoyo que en los últimos años se traduce en una inversión sin precedentes en la historia con una inyección que supera los 30 millones de euros para la transformación del campo de fútbol.

Además los socialistas se abrieron a buscarle "nuevas dimensiones" a Balaídos desde el punto de vista de su utilización por parte del club para que éste pudiese obtener ingresos adicionales.

Tras esta reunión, Mouriño solicitará un encuentro con el alcalde Abel Caballero para transmitirle su punto de vista, y posteriormente enviará una carta a la corporación para trasladarle formalmente su planteamiento. En la misiva solicitará a la corporación muncipal la compra de Balaídos o, en caso negativo, un permiso para que el Celta pueda construir un estadio propio.

Durante su campaña de difusión de sus planes, Mouriño ha mantenido encuentros con empresarios, entidades sociales (como el Mercantil o el Náutico), instituciones (como Autoridad Portuaria y Zona Franca) y con todos los partidos.

Mouriño rechazó este mismo mes a la oferta económica hecha por un holding chino para comprar el club. Los inversores asiáticos estsaban dispuestos a desembolsar más de 90 millones al contado. Mouriño la rechazó para echar el resto en su proyecto de futuro para el Celta.