Los hogares vigueses cerraron el ejercicio 2015 con unos ingresos medios de 2.000 euros. Esta cifra supone un retroceso mensual de 283 euros con respecto al año 2008, antes del estallido de la burbuja, pero el dato más positivo es que después de encadenar cinco ejercicios con notables descensos, la caída empieza a aminorarse y en los últimos tres años apenas se detectan variaciones. Lo peor de la crisis parece haber pasado, tal y como refleja la importante mejora que experimenta la percepción que las familias tienen de su propia situación. En 2008 eran un 38% las que aseguraban llegar a final de mes "con facilidad o mucha facilidad", porcentaje que se ha incrementado nueve puntos hasta el 47% actual. Hay 55.017 hogares de la ciudad cuyos miembros aseguran no pasar estrecheces frente a los 42.161 que sí reconocen "dificultades" para ponerse al día en todos sus pagos y otros 18.087 que declaran "muchas dificultades".
Estas son algunas de las principales conclusiones de la "Enquisa estrutural a fogares. Ano 2015" publicada ayer por el Instituto Galego de Estadística (IGE) en la que se hace una radiografía pormenorizada de los ingresos de las familias en las siete ciudades gallegas y la composición de los hogares. Los vigueses ingresaron el pasado año una media de dos mil euros mensuales, por encima de Ourense, Pontevedra y Ferrol, pero peor situados que los vecinos de A Coruña, con 2.239 euros, los de Santiago, con 2.216, y los de Lugo, con 2.164.
A la hora de valorar su situación, los lucenses y los pontevedreses son los más optimistas. Un 58% de los vecinos de la ciudad del Lérez afirman llegar a final de mes "con facilidad" frente al 47% de los vigueses y le siguen por detrás un 55% de ourensanos que se reconocen en una situación holgada.
En cuanto a la evolución de los ingresos, cabe destacar que en el caso de Vigo y Pontevedra mejora notablemente la percepción, pero ahora mismo hay más familias que han visto recortados sus ingresos con respecto a 2008. En concreto, en Vigo pasan del 17 al 23% los hogares donde entran menos de mil euros cada mes mientras que se refuerza la franja de mil a dos mil euros, que concentra a un 34% del total. La mayor estabilidad se observa en las franjas de 2.500 a 3.000 euros y en la de 3.000 a 4.000. Los trabajadores mejor posicionados parecen resentirse menos, si bien es cierto que el último grupo de familias por encima de los 4.000 euros se recorta del 11 al 7%.
El estudio del IGE permite observar cómo en estos últimos siete años bajan nueve puntos en Vigo los ingresos procedentes del trabajo por cuenta ajena hasta el 56% mientras que el número de autónomos se mantiene sin apenas variaciones en el 8%. Un dato a tener en cuenta es que pese a que los ingresos medios han bajado como consecuencia de la crisis, el porcentaje de familias hipotecadas se mantiene en el 19% y pagan una media de 409 euros, mientras que hay otro 20% que reside de alquiler y abona 346 euros. Pontevedra es de las siete urbes gallegas con mucha diferencia la que cuenta con mayor porcentaje de vecinos hipotecados, un 26% del total.
