Perplejidad, incredulidad, estupor. Los maquinistas no acaban de comprender qué pasó con el tren que descarriló en Porriño que acabó con la vida de cuatro personas, entre ellas el propio maquinista. "No existe explicación para comprender lo ocurrido porque no hacer uso del freno tras ver las señales es lo anormal. Es todo muy chocante", señalan desde el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) tras conocer los primeros datos de las cajas negras del tren que descarriló en O Porriño el pasado viernes y en el que fallecieron cuatro personas. El tren circulaba a 118 kilómetros por hora en un tramo limitado a 30 y el conductor de la máquina respondió afirmativamente hasta dos veces a las señales que le indicaban que redujese la velocidad para proceder a un cambio de vías. El Juzgado de Instrucción número 2 de Porriño declaró ayer "causa compleja" la abierta por el accidente a petición de la Fiscalía. La decisión significa que la instrucción se podrá extender hasta 18 meses para hacer acopio de los informes técnicos.
El maquinista portugués José Arnaldo Moreira, de 45 años y con más de 20 de experiencia, disponía de un manual mensual que le indica todas las anomalías que se puede encontrar en las vías a causa de obras o de algunas incidencias. Dicho texto, llamado "Consigna Serie B", se actualiza cada diez días ante posibles imprevistos, por lo que el conductor conocía perfectamente lo que se iba a encontrar en la vía.
Además, los primeros datos conocidos de las cajas negras revelaron que el maquinista respondió a las dos señales que se encontró camino de la estación de O Porriño, y que pese a ello alcanzó una velocidad de 118 km/h. Este hecho causa estupefacción entre sus compañeros del sector. "Racionalmente no existe una interpretación ante lo ocurrido. Tuvo que ser un despiste increíble", concluyen.
El maquinista del tren Celta superó en apenas kilómetro y medio dos señales y dos balizas, confirmando a su paso la recepción de las mismas. Dichas advertencias le avisaban de que se aproximaba a un tramo en el que era obligatorio reducir la velocidad hasta los 30 kilómetros, algo que no hizo según los datos ofrecidos por los peritos.
El sistema de seguridad que tenía el tren que descarriló en O Porriño es el ASFA analógico o básico, que a diferencia del ASFA Digital, no frena el tren si el maquinista responde a las señales que se encuentra en la vía pero no reduce la velocidad. En el caso del tren Celta, una vez confirmadas las alertas de precaución, queda en manos del conductor la decisión de aminorar la velocidad.
"Llevamos tiempo reclamando el ASFA Digital para todos los trenes, porque es una medida de seguridad más que tienen los maquinistas a la hora de subirse a una locomotora", reclaman desde el Semaf. "En los próximos meses iban a renovar la línea a Oporto con 17 nuevos trenes, 14 de ellos con el sistema digital", se lamentan desde el sindicato.
Aunque los profesionales consultados por FARO no entienden la ausencia de reacción de Moreira pese a las continuas advertencias, descartan de plano una voluntariedad en su comportamiento. "Eso sería una locura; algo impensable", zanjan.
El sistema "Hombre muerto"
Otro de los sistemas de seguridad que llevan incorporados los trenes desde hace varios años es el denominado 'hombre muerto', que obliga a los maquinistas a pulsar intermitente y constantemente un pedal para descartar un desvanecimiento a bordo de la locomotora. Si dicho pedal no es accionado, el tren se detiene inmediatamente, por lo que no cabe la posibilidad de una pérdida de consciencia del maquinista.
Aceptando como hipótesis más verosímil un despiste fatídico del maquinista, éste tampoco activó ya en el punto de entrada al cambio de vías la conocida "Z de urgencia", una palanca que sirve para detener el tren ante una emergencia imprevisible. "La Z de urgencia está hecha para ocasiones inesperadas, y aunque te despistes, siempre la usas como último recurso", se lamentan. Más allá de estos datos conocidos el colectivo profesional exige conocer en detalle toda la información técnica del caso.
Siete heridos hospitalizados
Mientras, siete personas heridas en el accidente siguen ingresadas en hospitales de la ciudad: tres en el Álvaro Cunqueiro y cuatro en Povisa, mientras que otros 42 ya han recibido el alta.
Por otra parte, el grupo parlamentario del PSOE ha pedido la comparecencia del ministro de Fomento y de Justicia en funciones, Rafael Catalá, para que informe en comisión del accidente. El ministro en funciones había avanzado la intención de que acudan a la comisión los presidentes de RENFE y del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).
Fânzeres despide consternada a su vecino Arnaldo
- La parroquia natal del maquinista del tren Celta siniestrado el pasado viernes en O Porriño, Fânzeres, -perteneciente a Gondomar, un municipio próximo a Oporto- todavía vivía ayer consternada por la noticia del fallecimiento de su vecino. El silencio de la multitud que asistió a su entierro expresaba la conmoción por un fallecimiento que tampoco logran explicarse sus colegas portugueses. Aunque ya no residía en Fânzeres, José Arnaldo Moreira solía visitar esta pequeña localidad con relativa frecuencia, y siempre acompañado por su mujer y su único hijo, de 15 años. Entre los asistentes al funeral estaban muchos compañeros de Comboios de Portugal y también ferroviarios de Vigo. Todos los comentarios coincidían en retratar al fallecido como "una muy buena persona".
Porriño saldrá a la calle para exigir que la vía sea soterrada
- El Concello de Porriño anunció este miércoles que todos los grupos representados en la corporación local (PSOE, UDDL, EU, BNG y PP) acordaron durante una reunión de la junta municipal de portavoces, convocar una concentración el viernes día 30 de septiembre, para exigir el soterramiento de las vías que pasan por el centro de la villa.El Ayuntamiento se dirigirá al Gobierno del Estado y a los responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF )para concretar la aprobación de un proyecto que acabe con el paso del tren de el centro de Porriño, una reivindicación que data de la mitad del siglo pasado y que en estos 60 años no fue atendida, a pesar de los accidentes y la pérdida de vidas en estas décadas.La corporación cree que la tragedia ocurrida el pasado 9 de septiembre, en la que perdieron la vida cuatro personas y otras 48 resultaron heridas, es "una dolorosa y terrible prueba de que es necesario que el ferrocarril deje de transitar por el centro del ayuntamiento, de manera que se garantice la seguridad, tanto de los vecinos de O Porriño, como de los usuarios de los trenes que pasan por la villa".Hace ahora un año, la alcaldesa, Eva García de la Torre, ya mantuvo una reunión con la dirección de Adif. De aquel encuentro, y ante las demandas de la regidora de Porriño por los fallos de las barreras del paso a nivel. Desde la directiva de Adif se indicó que se realizarían mejoras técnicas urgentes para suprimir el actual sistema de bajada de barreras, extremo que finalmente se concretó, siendo completamente renovado el sistema de las vallas del paso a nivel.Ya por aquel entonces, De la Torre manifestara la necesidad de "buscar una solución de manera inmediata para la eliminación del paso a nivel en breve plazo". Su planteamiento consiste en abrir uno o varios pasos subterráneos en la zona para el tránsito de personas y vehículos con la idea de mejorar la comunicación entre el casco urbano y Torneiros.
