Tres años y tres meses de prisión. Ésta es la condena que afronta un hombre que ayer se sentó en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2 de Vigo acusado de exhibicionismo y abusos sexuales ya que supuestamente se mostró desnudo ante menores con los que coincidía en los vestuarios de una piscina de Vigo, realizando ejercicios y estiramientos ante ellos y llegando, según la Fiscalía, a tocar y pellizcar en una nalga a uno de los niños. En el juicio, en el que el Ministerio Público mantuvo la solicitud de condena que ya contemplaba en su escrito de acusación provisional, el imputado, de más de 70 años, se declaró inocente negando las conductas que se le atribuyen. Frente a ello dos menores, que testificaron protegidos por un biombo, mantuvieron el relato que prestaron desde el inicio de la investigación.

La vista se celebró a puerta cerrada para preservar la intimidad de las víctimas. Los hechos, según refiere la acusación pública en su escrito, sucedieron en 2015. El hombre, con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia en el presento caso, era usuario de una piscina de Vigo donde coincidía con los niños. Según la fiscal, "movido por el deseo de satisfacer sus deseos libidinosos y aprovechando la presencia en los vestuarios de menores de edad" el acusado se mostró desnudo, procediendo además, se concreta, a realizar ejercicios y estiramientos delante de los niños.

Delitos

Por estos hechos, la acusación pública considera al hombre autor de un delito de exhibicionismo por el que solicita un año de cárcel. Pero a mayores le atribuye un episodio supuestamente ocurrido el 8 de mayo de ese 2015, por el que le acusa también de delito de abuso sexual sobre víctima especialmente vulnerable por razón de edad, planteando otros dos años y tres meses de prisión, lo que eleva la solicitud total a más de tres años. Concretamente, refiere la fiscal, a las diez de la noche de ese día el imputado se dirigió a un niño y, "sin su consentimiento", le tocó y pellizcó presuntamente en una nalga, para a continuación "quitarse el bañador y preguntar al menor si se quería sentar a su lado". Después, prosigue, se desnudó y realizó como otras veces estiramientos ante los niños que estaban en el vestuario.

Con respecto al menor presuntamente víctima de los tocamientos, la fiscal pide que se prohíba al procesado aproximarse o comunicarse con él durante tres años y tres meses, así como que le abone indemnización de 1.000 euros por los perjuicios causados. En el juicio, además de acusado y testigos, también declararon dos psicólogas del Imelga. El imputado llegó y se fue de los juzgados con su esposa.