Llevar los apuntes al día, un temario amplio, exámenes de dos horas... Los alumnos de Industriales están acostumbrados a trabajar e hincar los codos durante la carrera, así que Resistencia de Materiales no es de las que más les quitan el sueño como les ocurre a los estudiantes madrileños.

Sí incluyen en el saco de las materias "hueso" o "ancla" a Fundamentos de la Electrónica, Electrónica Industrial o Termodinámica. Esta última, "la conocida por todos", ha registrado algún año la temible tasa de "5 aprobados de 300".

"Como se presentan muchos repetidores el número de presentados se dispara. Y el problema de estas materias es que te sacan horas para dedicarle al resto y además tenemos prácticas obligatorias. Esos profesores no tienen en cuenta la gestión del tiempo. Aquí comer y dormir es un lujo. Vigo tiene fama de ser unas de las escuelas más duras de Industriales junto con Madrid y Valencia", aseguran David y Tomás.

Frente a tanto esfuerzo y noches en vela, la escuela presume de buenas expectativas laborales. Y aunque siempre habrá docentes que perduren en la memoria por su ojeriza al aprobado, otros consiguen que hasta las asignaturas más complicadas enganchen. "A mí me gustó muchísimo Resistencia de Materiales. Saqué matrícula de honor. Tuve un profesor muy bueno, José Antonio González Taboada, que ya se jubiló, y eso me sirvió también para dar mis clases ahora", reconoce Badaoui.