Todas y cada una de las 280 denuncias que durante el primer trimestre del año entraron en el juzgado vigués especializado en violencia machista lo hicieron por una única vía: derivadas de un atestado policial previa denuncia de la víctima. No hubo ningún caso en el que la alerta al tribunal llegase por parte de familiares o vecinos de las perjudicadas, ni tampoco, entre otras posibilidades, a través de partes de lesiones remitidos por los servicios sanitarios.

Esta es una cuestión en la que incide Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género dependiente del CGPJ. "No puedo, ni debo, dejar de señalar que me preocupa que vuelva a aumentar el número de mujeres víctimas de violencia sexista y que siga siendo la propia víctima la que tiene que presentar en una inmensa mayoría de los casos la correspondiente denuncia. Me obliga a insistir en la necesidad de la colaboración de familiares y amigos", señala a la hora de analizar los datos sobre esta materia relativos a los juzgados de toda España.

Carmona insiste en demandar "un mayor esfuerzo de coordinación institucional y una mayor implicación de toda la ciudadanía". Y es que, concluye, la cifra de más de 32.000 mujeres víctimas de violencia de género en toda España cuyos casos acabaron en los juzgados en el primer trimestre de este 2016 "nos obligan a no permanecer estáticos y a redoblar los esfuerzos para lograr una sociedad más justa e igualitaria, libre del terrorismo contra las mujeres".