La zona azul podría estar implantada en los próximos años en más de 3.000 plazas del casco urbano, un 40% más de las que son de pago ahora: 2.172. Así se recoge en los pliegos del concurso que acaba de licitar el Concello para la gestión de este servicio durante una década y por un importe de 23,4 millones. En el apartado de estacionamientos que quedarán regulados por este sistema se mantiene la cifra actual. Sin embargo, se abre la puerta a que la nueva concesionaria pueda extender la línea azul a otros 870 aparcamientos. "En función de las necesidades de movilidad sostenible existentes en cada momento, durante la ejecución del contrato se podrá aumentar hasta en un 40% las plazas de aparcamiento incluidas inicialmente en el contrato", se recoge en el pliego de condiciones técnicas.
De ejecutarse este aumento de plazas de pago en superficie durante los diez años de contrato -es prorrogable por un máximo de otros dos- las nuevas plazas se habilitarían, probablemente, en otras zonas de Vigo, ya que en las calles actuales el espacio para ganar aparcamientos es prácticamente nulo. De hecho, en los últimos años se eliminaron cientos de ellas debido a los planes masivos de humanización. De casi 3.000, se pasó a las 2.172 con las que se ha licitado ahora el nuevo contrato. As Travesas y O Calvario son, por ejemplo, dos de los barrios en los que el Concello llegó a contemplar años atrás la posibilidad de extender la zona azul. Tal y como se recoge en los pliegos, el contratista tendrá que realizar un informe anual que incluya la formulación de propuestas al Concello para la optimización del servicio.
Las empresas interesadas en gestionar la regulación del aparcamiento de Vigo mediante parquímetros tendrán hasta el próximo día 27 de junio para presentar su oferta. El servicio lo gestiona ahora Dornier. Pero el Tribunal Superior de Xustiza anuló la adjudicación -realizada en 2007 durante el último mandato del PP en Vigo- al considerar que el concurso estuvo "viciado". Fue denunciado por la anterior concesionaria: FCC. Los jueces ofrecieron al Concello dos soluciones: retrotraer el concurso al proceso de valoración de ofertas o -y que fue por la que optó finalmente- repetirlo desde cero. La concesionaria tendrá tres meses como máximo para ponerlo en marcha tras su adjudicación, por lo que todo apunta a que el nuevo servicio podría comenzar a funcionar en otoño.
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Como adelantó este periódico, entre las principales novedades estará la eliminación parcial del límite máximo de dos horas de estacionamiento. Aunque el Concello todavía no desveló a qué calles beneficiará, un informe previo realizado en 2014 y avanzado por FARO, cifraba en un 30% los estacionamientos que dejarían de tener esta restricción. Con esta medida se persigue dejar de penalizar principalmente a comerciantes, que ahora deben abandonar su negocio cada dos horas para cambiar su coche de plaza y evitar ser multados. Habrá, por lo tanto, zonas con aparcamientos en los que seguirá estando prohibido dejar el coche más de 120 minutos para seguir garantizar la rotación; y otras en las que se podrá dejar el vehículo toda la mañana, tarde o incluso la jornada completa. Al igual que para la ampliación de plazas, el Concello recoge en el pliego técnico que esta modificación dependerá de "las necesidades de movilidad sostenible existentes durante el contrato".
Canon
Las tarifas no forman parte de este contrato, sino que tendrán que ser aprobadas en Pleno en las correspondientes Ordenanzas Fiscales. Sobre los ingresos de la concesionaria por lo que paguen los ciudadanos en los parquímetros, se contempla que la concesionaria los destine en primer lugar a cubrir los gastos de coste del servicio. Luego, el 75% del remanente, de haberlo, lo percibirá el Concello en concepto de canon (se estima en casi 1,5 millones en los diez años de contrato). Otro 20% será para la concesionaria, que podrá quedarse con el 5% restante si cumple dos objetivos anuales: si consigue que al menos un 30% de usuarios abonen los tiques mediante su teléfono móvil y que el 50% lo hagan con la futura tarjeta ciudadana. La plantilla actual, como avanzó el alcalde, Abel Caballero, tendrá que ser subrogada.
