El próximo día 30 es la fecha límite de la que disponen comerciantes y Concello para llegar a un acuerdo que delimite una zona de libre horario comercial.

La propuesta presentada hace escasos días por el Ayuntamiento olívico señala los emplazamientos del Casco Vello, desde el barrio del Cura, incluido, hasta la calle Oporto. Quedaría limitada por la calle García Barbón, Policarpo Sanz, Puerta del Sol y Paseo de Alfonso. Además también quedaría incluida la zona de Bouzas.

Los comerciantes rechazaron en su momento esta acotación argumentando que no se tenía en cuenta sus intereses ni la realidad turística de la ciudad. Sin embargo, el alcalde olívico, Abel Caballero reiteró ayer la existencia de un acuerdo "prácticamente total en todo Vigo sobre la forma de establecer la zona de gran afluencia turística". El regidor mantiene así la propuesta que permite que los pequeños y medianos negocios del Casco Vello y Bouzas puedan abrir hasta las diez de la noche todos los días del año.

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"La ley establece que la liberalización sea para toda la ciudad o para donde el gobierno municipal decida. Lo que vamos a plantear es Casco Vello y Bouzas, por lo tanto una zona donde ya todo el pequeño y mediano comercio puede abrir. En suma, lo vamos a hacer a donde creemos que corresponde para seguir apoyando al pequeño y mediano comercio de la ciudad", aseguró Caballero. En dos semanas esta área deberá votarse en el pleno del Ayuntamiento para que sea remitida después a la Xunta, de ahí que el sector lleve dos meses de intensas reuniones. "Dos meses de reuniones continuas y apoyo por escrito de entidades comerciales, asociaciones, sindicatos, por lo tanto un acuerdo significativo. Creemos que el comercio tiene que equilibrar la atención a los usuarios y a sus trabajadores. Ese equilibro en Vigo esta conseguido. Esta ley intentaba romperlo en favor de grandes superficies y no nos parece adecuado", aseveró el alcalde.

A pesar de no estar satisfechos con las delimitaciones, los comerciantes confirman que "no seremos un obstáculo" a la hora de llevar a cabo esta propuesta, ya que al ser "obligatoria" y antes de que afecte a la totalidad de los pequeños y medianos negocios de la urbe, "mejor solo a una parte, dentro de lo malo, es lo menos malo".