La Asociación de Jubilados y Pensionistas AVOA celebró ayer el Día del Padre con un emotivo homenaje a tres de sus socios más veteranos. Fueron los nacidos en el año 1931: Jesús Betanzos Lago, Olegario Comesaña Ferreiro y Crisanto Toyos Alonso. Padres, pero también abuelos e incluso bisabuelos. Fue en el Centro Cultural de Coruxo en un evento en el que participó también el alcalde, Abel Caballero, y la concejala Isaura Abelairas. El acto estuvo amenizado por la actuación de la Unión Musical de Coruxo.

Según relataron, Jesús Betanzos nació en el Barrio de Carrasqueira (Coruxo). Se casó a los 25 años con María Prado y tuvo dos hijos. Además de padre, es abuelo y bisabuelo. Montó Efectos Navales Xesús Betanzos y, según destacaron ayer durante el acto, la edad no ha sido un freno para continuar al pie del cañón. "Sigue activo y acudiendo a diario a su negocio. Goza trabajando", reconocieron desde la Asociación AVOA. El tiempo libre lo consume, entre otras actividades, cantando en el coro de la iglesia de Bouzas.

Pero el acto no solo sirvió para homenajearlos a ellos sino también para que todos los presentes, a través del relato de sus vidas, retrocedieran a su infancia y juventud recordando viejos tiempos.

Olegario Comesaña nació también en el barrio de Carrasqueira, donde sigue viviendo a sus casi 85 años. Fue el más joven de seis hermanos. Se casó con 27 años con Olivia Prado, un matrimonio que está a punto de cumplir los 69 años, algo por lo que la asociación AVOA les homenajeó ya con las Bodas de Oro. Tuvieron cuatro hijos y presumen de seis nietos. Hombre de mar, se prejubiló a los 60 años. "Pero no ejerció mucho de jubilado, pues el mismo día que fuimos a saber algo de él lo encontramos activo. Él no es hombre de estar muy parado", destaca la asociación.

El tercer y último homenajeado fue Crisanto Toyos "Tucho". Nació en el barrio da Capela, aunque se crió en el de Melcas. Siendo muy joven comenzó a trabajar con su padre en los camiones de la ruta del pescado de Vigo a Madrid. Luego lo hizo como chófer de turistas en el Puerto de Vigo llevándolos incluso a distintos países de Europa. Emigró a Venezuela, donde tuvo dos hijos con su mujer Rita Acuña. Ahora tiene una nieta, Adela. Regresaron a Vigo y gestionaron la empresa Autobuses Toyos que, tras su jubilación, vendieron a autocares Miño. "Estoy seguro de no haberle hecho en mi vida mal a nadie a sabiendas. Si aún así lo hubiera hecho, pido perdón", destacó en declaraciones a la asociación AVOA.