La Policía Local puso ayer a disposición judicial un vehículo sobre que el pesaba una denuncia por robo durante un control rutinario. El conductor mostró a los agentes la documentación de compraventa que lo acreditaba como actual dueño, pero ante la existencia de la denuncia, los policías confiscaron el coche a la espera de que el juez aclare los hechos. En ese mismo control interceptaron a un conductor que dio positivo en el consumo de drogas y a otros tres que lo hicieron en bebidas alcohólicas.