El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, informó ayer de que técnicos autonómicos trabajan para que la anulación del Plan Xeral tenga el menor impacto posible, al tiempo que avisó de que "hay una serie de responsabilidades y quien tramitó el plan en aquel momento tendrá que explicar, y más si tiene ahora mismo responsabilidades, por qué entonces se tomó esa decisión". A este respecto recordó que la aprobación provisional en el Concello y el trámite ambiental se realizaron con el primer gobierno de Caballero, y el bipartito PSOE-BNG en la Xunta.

Rueda apuntó que "todas las administraciones" tendrán que sentarse para abordar "una situación muy difícil" y "grave". "Vamos a ver, entre todos, qué se puede hacer para solucionar lo que se pueda solucionar y que no se vuelva a repetir esta situación", indicó.