El alcalde, Abel Caballero, y la conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, afianzaron esta mañana el acuerdo de "máxima colaboración" entre el Concello y la Xunta para tratar de reducir el impacto de la sentencia del Tribunal Supremo que ha anulado íntegramente el Plan Xeral de Vigo por no someterse a la evaluación ambiental estratégica. Ambos se reunieron durante 45 minutos en Santiago y a la salida manifestaron, en una comparecencia conjunta, que ambas administraciones "caminarán juntos" para buscar una solución que evite la paralización del urbanismo vigués.

"Es una situación grave, difícil y dura que necesita de la máxima colaboración para minimizar las consecuencias", explicó la conselleira, quien ayer telefoneó a Caballero para plantearle la conveniencia de la entrevista. Mato indicó que existen "distintos instrumentos de ordenación del territorio que pueden ser utilizados" para salvar proyectos estratégicos y reducir daños, y asegura que los pondrá "a disposición del Concello para ser lo más ágiles posible". Por ahora no se han concretado las actuaciones ni se han hecho públicas las prioridades, que quedarán supeditadas a la hoja de ruta que marque el Concello y a las reuniones entre los técnicos de ambas administraciones. Tampoco se han fijado plazos.

El alcalde señaló que habrá "una colaboración y marcha conjunta para resolver los efectos centrales y colaterales de la sentencia, y hacer que su impacto sea el menor posible". "Tomamos una buena decisión de caminar juntos y ahora se trata de poner las piezas una sobre otra para que los proyectos importantes no tengan demora o esta sea la mínima posible", agregó, para recordar que el Tribunal Superior de Xustiza sí avaló el procedimiento ambiental seguido. No obstante, la del Supremo deja el fallo del alto tribunal gallego sin efecto.