El La Guardia mantenía su vínculo con Galicia, pero con el paso del tiempo se dedicó también a otros transportes. En 1923 se hundió parcialmente en el puerto de Tarragona cuando en sus bodegas llevaba vino. La mercancía fue rescatada y el barco también después de un laborioso trabajo que se desarrolló durante cuatro meses. Se mantuvo en la actividad del transporte y en 1938 sufrió un bombardeo en el puerto de Sagunto. Quedó de nuevo hundido.

Cuatro años más tarde volvió a resurgir. Unos empresarios lo rescataron ante la falta de embarcaciones grandes en aquella época. Muchas de ellas habían sido destruidas durante la Guerra Civil.

Pasó a llamarse Condecorado y varios años más tarde también Mina Oscura Cambió varias veces de propietarios y se dice que dejó el servicio activo en 1972. Los expertos marítimos coinciden en que el La Guardia fue un pionero en su tiempo y marcó una época. Vigo y A Guarda pudieron contemplar su espectacular estampa durante muchos años.

El puerto vigués fue uno de los escenarios donde también desarrolló su actividad. Incluso se llegó a ampliar parte de las instalaciones para acoger sus cargamentos de madera. Con el paso de los años, también el tren se convirtió en un aliado de la embarcación. Así era como llegaban los cargamentos al puerto vigués para después ser embarcados.