La Fiscalía de Vigo solicita una pena de 2 años de prisión para tres médicas acusadas de un delito de homicidio imprudente cometido por imprudencia profesional por la muerte de un paciente en 2005, hace ya diez años. La acusación pública también demanda que sean inhabilitadas para el cargo de facultativo en el Sergas durante el tiempo de la condena.

Según el escrito provisional de la fiscal, las tres acusadas incurrieron supuestamente en una presunta 'mala praxis' al no prestar los servicios y atención requerida al paciente fallecido, que había sido operado un año antes de cirugía bariátrica. Además de la pena de cárcel, el Ministerio Público solicita que indemnicen a la viuda con 114.691 euros. Para el pago de esta cantidad, pide la responsabilidad subsidiaria del Sergas y la directa de una compañía aseguradora.

La Fiscalía sostiene que la labor desempeñada por las tres acusadas fue la de "omisión del deber de realización de una observación activa", lo que impidió que se llevase a cabo un buen diagnóstico y por lo tanto un correcto tratamiento.

Los hechos ocurrieron en 2005. El paciente acudió al Hospital Meixoeiro aquejado por un dolor de estómago. Un año antes había sido operado de cirugía bariátrica debido a su obesidad. Según el escrito de acusación, se le realizó una primera observación, se le ingresó y una de las acusadas solicitó una segunda analítica, que presuntamente nunca llegó a realizarse.

Desde su ingreso, y atendiendo a los argumentos de la acusación pública, las tres médicas solo le habrían suministrado analgésicos e incluso antipsicóticos, "no prestando atención a la intensidad y evolución del dolor". Se le realizó una analítica y una radiografía, pero "nada que pudiese determinar un diagnóstico preciso" . También explica la Fiscalía que omitieron supuestamente datos del historial clínico a los médicos de turnos posteriores, dificultando aún más un correcto tratamiento.

Esto habría provocado un retraso en el diagnóstico de abdomen quirúrgico, del que fue operado en ese mismo día. Tras la operación, el paciente entró en un 'shock séptico' que no pudo superar a pesar del tratamiento, falleciendo dos días después.

La fiscal reitera la 'mala praxis' de las imputadas al no atender debidamente al paciente y no realizarle los tratamientos y pruebas que, presuntamente, hubieran evitado el tardío diagnóstico de abdomen quirúrgico. Las médicas, sostiene, debieron solicitar de forma urgente la práctica de nuevas pruebas debido a los avisos de enfermería relativos a la intensidad y cambios en el dolor del paciente. El juicio contra las tres acusadas estaba previsto para ayer en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo, pero fue suspendido.