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Los requisitos de seguridad de la ISS exigieron "un gran esfuerzo de rediseño" del satélite Serpens

El equipo aeroespacial de la Universidad de Vigo vivirá este domingo su tercera cuenta atrás - Será lanzado desde Japón

Los ingenieros Alberto González, Diego Nodar y Antón Vázquez. // J.L.

Los integrantes más veteranos de la Agrupación Aeroespacial de la Universidad ya han vivido tres lanzamientos de satélites, pero los nervios reaparecerán de forma inevitable este domingo cuando la cuenta atrás se inicie en el centro japonés Tanegashima. El carguero Kounotori 5 partirá a las tres de la tarde (hora española) rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS) con el cubesat Serpens a bordo y más de cuatro toneladas de víveres, equipos tecnológicos y oxígeno.

"Confiamos en que todo va a salir bien porque nada se deja al azar y todo es muy fiable. Aun así, siempre acabas mordiéndote las uñas porque es un trabajo de dos años y, en ese momento, nada depende de ti. Pero cuando ves en el espacio el satélite que has montado y tocado con tus manos experimentas una sensación muy especial", revela Alberto González, que forma parte del equipo vigués desde los inicios del XaTcobeo.

El lanzamiento de la nave japonesa será "el momento más crítico" de todo el proceso que deberá superar el Serpens hasta que empiece a orbitar en el espacio "entre finales de septiembre y principios de octubre", según la última previsión. "Es lo más complejo porque depende de muchos factores y un cohete no deja de ser una nave con una gran cantidad de combustible. Pero todos los pasos tienen una gran fiabilidad, así que malo será", bromea el ingeniero.

El Koutori 5 -que significa cigüeña blanca en japonés- irá ajustando su órbita a la de la ISS durante cuatro días y el jueves dará comienzo su captura mediante el módulo robótico japonés Kibo. "Otras naves como la ATV europea se acoplan de forma automática pero estos cargueros japoneses se detienen cuando están próximos a la Estación Espacial y esperan a que los capturen", explica González.

La operación será realizada por el astronauta nipón Kimiya Yui, que contará con el apoyo de otro experto en tierra y, una vez presurizada, la carga será trasladada al interior de la ISS. El Serpens, que pesa 3,5 kilos, viaja en el interior de un dispositivo de eyección diseñado por la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) y que entrará en funcionamiento una vez esté en el espacio.

Los investigadores vigueses apagaron el cubesat en marzo tras superar las pruebas de validación y será la tripulación de la ISS la encargada de volver a encenderlo "justo antes de que vayan a lanzarlo" retirando la etiqueta roja instalada para tal fin con la advertencia Remove before flying.

El satélite detectará este movimiento y, de forma automática, comenzará a arrancar y cargar el software. "Después de ser lanzado por el brazo robótico Kibo tardará una media hora en desplegar sus antenas, cuando ya esté alejado de la ISS y no ponga en riesgo su seguridad, y también empezará a transmitir la baliza que nos permitirá localizarle desde tierra", detalla González.

El Serpens ha sido desarrollado junto a la Universidad de Brasilia, que recurrió a Vigo por la experiencia acumulada desde 2008 con el XaTcobeo y el Humsat-D, y ha exigido a los ingenieros gallegos "un esfuerzo grande de rediseño" por las especiales características de esta misión.

"El satélite no interactúa con ningún humano en el cohete, pero la ISS tiene requisitos de seguridad muy grandes. Las baterías, por ejemplo, son consideradas elementos peligrosos porque si se cargan de forma excesiva pueden llegar a explotar. Por eso se han dejado a un nivel de almacenamiento seguro y, cuando el Serpens sea eyectado al espacio, comenzarán a cargarse a través de los paneles solares", comenta González.

También ha superado test para comprobar que no emitirá gases y que ninguno de sus elementos pueden resultar punzantes ni cortantes para los astronautas.

El nuevo ingenio supone una evolución del Humsat-D, el primer satélite que se incorporó a la constelación internacional del mismo nombre coordinada por la Universidad de Vigo y respaldada por la ONU. El aparato hispanobrasileño testará una mejora de la comunicación entre los sensores instalados en tierra y el satélite.

"Sus aplicaciones son muchas. Podrá recoger datos de estaciones meteorológicas, zonas en las que se hayan producido catástrofes y no existan otras infraestructuras de comunicación o boyas de seguimiento de animales. Cada vez que el satélite pase por la estación de seguimiento descargará la información y después los usuarios de la red Humsat pueden acceder a ella a través de internet", resume.

Seguimiento desde los campus de Vigo y Brasilia y contacto con radioaficionados

  • El control del Serpens se realizará de manera coordinada desde las estaciones de seguimiento de Vigo y Brasilia. La órbita de la ISS, a 400 kilómetros de distancia, es "muy variable" y por ello la conexión con tierra también será irregular: "Habrá días en los que solo contactaremos en una ocasión y, en otros, realizará hasta seis pases sobre el campus".El cubesat emitirá en bandas de radioafición y su información diaria estará disponible en la web de la universidad latinoamericana. Precisamente, el equipo brasileño comprobará la validez de un sistema para el intercambio de mensajes entre radioaficionados y otro de control de altitud para posicionar el satélite.El proyecto tiene una vertiente educacional en Brasil, donde participan más universidades, mientras que Vigo ya juega el papel de proveedor de tecnología y asesor. "Será nuestro tercer satélite lanzado en los últimos tres años. La universidad fue muy pionera en nuestro país y ahora otros centros empiezan a desarrollar proyectos como el XaTcobeo. Todo esto ha sido posible gracias al esfuerzo de mucha gente que ha pasado por el equipo y ahora trabaja en agencias o empresas del sector aeroespacial. Ellos siguen pendientes y siempre nos envían mensajes cuando ven alguna noticia", reconoce Alberto González, que se desplazó a Brasil para el montaje y la validación junto a Diego Nodar y Antón Vázquez.La carrera aeroespacial también ofrece una excelente imagen de la Universidad y aumenta su capacidad de captación: "En el campus se hacen cosas muy interesantes pero tenemos la suerte de que nuestros proyectos son muy atractivos y fáciles de comunicar. Implicarse en iniciativas con una repercusión real es motivador para los alumnos".Aunque la institución no ha organizado ningún acto oficial para seguir el lanzamiento en directo, los ingenieros se reunirán "en casa de alguno" para disfrutar de su tercer hito tecnológico.

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