En la celebración del Día de Galicia, "Vigo alza su voz por la modernidad y la solidaridad", subrayó el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que identificó con estos dos atributos el carácter de la ciudad. Así, subrayó que es el ayuntamiento con "la más importante política social de España", pero que "no va a descansar hasta que el derecho al trabajo, a la vivienda y al nivel de vida sean una realidad" ni "escatimará esfuerzo alguno para avanzar en la cohesión social".

En una Galicia "inmersa en un proceso de cambios", el regidor ofreció a la ciudad para "tirar de Galicia y de España". Resaltando como "mejor garantía del progreso" del municipio la "estabilidad política" y la "unidad" lograda en las urnas el 24 de mayo, Caballero resalta que la urbe pone a disposición de todos los gallegos su "responsabilidad de país" para lograr "una Galicia moderna, económica y administrativamente adaptada al siglo XXI". "En este nuevo posicionamiento político, en Vigo estamos comprometidos con la nueva Galicia", tendía la mano, al tiempo que advertía: "un Vigo que habla pero también escucha necesita de una Galicia que atienda pero también entienda".

"Vigo quiere ocupar el lugar que le corresponde", destacó y recordó que, "ahora, lo reclama desde tantas instituciones que no quisieron entender los nuevos tiempos". Argumenta que la ciudad "entiende quizás mejor que nadie la Galicia del siglo XXI" y entiende que, en ella, el rango administrativo con el que Vigo debe actuar será el de área metropolitana. "Una economía integrada", que permita a "todos los municipios ir juntos" y "sumar para ir más rápida", dentro de un modelo como el de Barcelona, Lyon o Porto, donde la gran urbe lidera la unión. Avanzó que en esto centrarán los esfuerzos "porque será la nueva dimensión que nos hará comenzar una nueva Galicia que hay que construir".