No es la primera vez que el tribunal de lo Mercantil vigués acoge una subasta del proceso concursal de Bernardo Alfageme. Al contrario, la de su factoría de Vigo será la tercera y salvo sorpresas última puja en el juzgado que se celebrará en relación con esta empresa. En estas subastas judiciales y en las realizadas ante notario o en ventas directa a instancia de los administradores concursales ya se adjudicaron las fábricas que la antigua conservera tenía en Arousa, sus marcas y la maquinaría, tanto la que había en las instalaciones que ahora salen a puja en Vigo como en las restantes de la histórica firma.

La primera subasta judicial fue en diciembre de 2012. Entonces fue la Xunta la que se adjudicó tanto la marca Miau como las factorías de Ribadumia y Vilaxoán, todo ello por un total de 780.000 euros. La esperanza de los trabajadores de esas fábricas arousanas -en la actualidad cerradas y sin ningún tipo de actividad- de volver al trabajo se diluyeron cuando el Gobierno gallego rechazó la oferta del Grupo Consorcio para impulsar la factoría y recuperar la marca Alfageme (Miau). La segunda puja en el Mercantil tuvo lugar en septiembre de 2013, y fue otra vez la Xunta, a través del Igape, quien se hizo por un millón de euros con un terreno de más de 5.000 metros cuadrados en régimen de concesión administrativa con dos naves y una rampa de la conservera ubicadas en la avenida viguesa de Beiramar, junto a la playa de Figueiras.

En otra puja en octubre de 2012, en este caso ante notario al margen del concurso público, se subastaron otras dos de las marcas con las que operaba Alfageme: Peña y Eureka. Conservas South West International Galicia (Coswinga) se quedó con la primera de estas marcas por 50.000 euros, mientras que Conservas Calvo se hizo por 300.000 con Eureka.