| Llevaba ocho años en un recinto exterior cerrado al público para que disfrutase de la mayor tranquilidad y los cuidadores de Vigozoo pudieran dispensarle los especiales cuidados que requería su frágil estado de salud. Pero la osa Viejita, como así la bautizaron en el zoológico, no pudo aguantar más los achaques de la edad. En la noche del miércoles falleció a los 32 años -12 más de los que marca la expectativa de vida de esta raza- en el hospital veterinario Rof Codina de Lugo tras un nuevo traslado para intentar evitar lo ya irremediable. Era el "decano", uno de los primeros inquilinos de Vigozoo, que ahora cuenta con dos jóvenes osos: Pelayo y Carmo.