El Hospital Meixoeiro recupera el acuarto acelerador lineal de la unidad de Oncología Radioterápica un año y ocho meses después de que el anterior se averiase tras quince años de servicio. La Consellería de Sanidade ha invertido dos millones de euros en un equipo dotado de avances tecnológicos de última generación que proporcionan una mayor precisión en las terapias y que incluye un moderno sistema de radioterapia guiada por imagen en tres dimensiones (IGRT). El anterior acelerador se estropeó en marzo de 2013 y la Consellería de Sanidade anunció para ese mes de diciembre la puesta en marcha del equipo sustituto, pero la tramitación del contrato ha llevado más tiempo del previsto.

La máquina lleva un mes instalada y desde el Sergas anunciaron ayer el inicio de los tratamientos a pacientes después de un mes de formación en el que han participado radiofísicos, técnicos de radioterapia, personal de Enfermería y otros profesionales de paoyo. El objetivo es que la adquisición permita "normalizar" la actividad en la unidad de Oncología Radioterápica tras quedarse durante más de año y medio con solo tres aceleradores, lo que obligó a derivar pacientes a Povisa y a Santiago.

El Sergas afirma que "se derivó a una pequeña parte de los pacientes" y que esta medida, pese a las "incomodidades para trabajadores y pacientes", permitió "responder con garantías a los requerimientos en materia de radioterapia del área asignada al Meixoeiro".

Esta unidad que ahora vuelve a contar con cuatro aceleradores recibe más de dos mil pacientes nuevos cada año y realiza diariamente una media de 200 tratamientos que suponen alrededor de 40.000 sesiones anuales, de ahí la importancia de volver a tener cuatro aceleradores para suministrar rayos X de alta energía a la región tumoral.

El Sergas sostiene que el nuevo equipo presenta mejoras importantes en todos sus mecanismos móviles e incorpora avances como el sistema de radioterapia guiada por imagen, técnica que permite tomar imágenes en 3D antes del tratamiento y también mientras se administra la radiación al paciente para comprobar el posicionamiento del mismo respecto a las coordenadas previamente establecidas para evitar que se alcancen zonas libres de tumor.

Los componentes llegaron en agosto y antes de su instalación fue necesario readaptar el búnker con nuevos sitemas de climatización y electricidad. La Administracíon sostiene que desde entonces se realizó el montaje y "todo un complejo proceso" de mediciones y calibraciones para lograr la autorización del Consello de Seguridad Nuclear para tratar a los pacientes. Se aprovechó para formar al personal en el propio Meixoeiro y en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.