Una maldita confusión me impidió asistir la pasada semana a la inauguración de una exposición del fotógrafo Miguel Núñez. Miguel, que tiene un talento sobrenatural para captar la vida en imágenes, sea en fotoperiodismo o como recreación artística, tiene también un talante poético que esconde pero le brota a veces a borbotones incontenidos. Lo que os ofrece estos días en la sala Apo'strophe del Centro Comercial Plaza Elíptica es "Espíritu Insomne" y " Está mal visto perder el tiempo". Un visionado de dos piezas, diaporamas acompañados de música que aúnan fotografía y poesía. El primero de ellos con carácter más intimista y personal; mientras que el segundo que se encuadra dentro del género del fotoperiodismo, plasma la vida en el monasterio de Samos.

La banda de Mariló. Sesenta y cinco años sólo se cumplen una vez en la vida y a Mariló, la cumplidora, decidió darle una fiesta toda la arquitectura familiar más próxima, fuera marido (Germán Cruces), hijos, nietos, sobrinos, cuñados y amigos añadidos. Y, como se ve, le pusieron una banda nombrándo la reina de la casa además de festejarlo con unos mariachis.