La mujer juzgada la semana pasada en Vigo por presuntos malos tratos continuados a su hijo de 8 años, para quien la fiscal solicitaba penas que sumaban 5 años de prisión, espera la notificación de la sentencia que pone fin a su peor pesadilla y que fue adelantada oralmente por el magistrado de Penal 3 que la juzgó: la absuelve del delito continuado de malos tratos, pero la condena por dos faltas de lesiones a 7 meses de prisión y 19 de alejamiento del niño. En total un año y dos meses de cárcel (no ingresará en prisión) y tres años y dos meses de alejamiento del menor, que seguirá con su padre y al que solo podrá ver en el punto de encuentro como venía haciendo desde que fue denunciada en abril de 2013

- ¿Cómo se siente tras conocer el adelanto de la sentencia?

-Ha sido una situación muy dura. Ha quedado claro que nunca infligí castigos físicos a mi hijo, por eso lo enviaba a terapia. Tiene problemas de agresividad y de conducta sexual, como declararon sus profesoras y la psicóloga que lo trataba desde los 4 años. Es un niño listo y muy manipulador para salirse con la suya. Quería vivir con su padre y lo ha conseguido. Mi gran pena como madre, tras oír todo lo que ha dicho de mí, es que de verdad piense a su manera que yo le hice daño.

-El juez la condena por dos faltas de lesiones.

-Lo sorprendí sobre su hermana de 3 años, en una actitud claramente sexual y le tapaba la boca. Me limité a retirarlo y se puso agresivo. Le rodeé con mis brazos y apliqué las técnicas de contención que me enseñaron los psicólogos para evitar que se autolesione. De ahí los hematomas que tenía en los brazos. El juez lo ha visto claro, ni le lavé la boca con un estropajo o un cepillo, ni le puse de rodillas sobre garbanzos. Agradezco al magistrado su tratamiento. Es una persona muy consciente del problema. Ha sido justo. Sabía que tenía que salir condenada por ese episodio, pero siempre he hecho todo lo posible por el bien de mi hijo, que se ha visto en medio de una complicada relación entre su padre y su madre.

-Si está de acuerdo con la sentencia ¿va a recurrirla?

-Sí, porque no estoy conforme con uno de los dos episodios de lesiones que se me atribuye y el propio juez me deja camino para recurrir a la Audiencia.

-¿Volvería a actuar de la misma manera?

-Hay que ponerse en la piel de una madre y verse en esta situación. Un niño que agrede a sus profesoras y compañeros, que intenta salirse siempre con la suya, fantasioso ... Mi mayor preocupación es el futuro de mi hijo. ¡Es un niño y hay que ayudarle! Necesita unas pautas y ser guiado por profesionales. Tiene altas capacidades, era un estudiante de sobresalientes y habla tres idiomas, pero ahora ha suspendido cuatro asignaturas.

-Los tres años de alejamiento ¿le impiden tener contacto con él ?

-No, podemos seguir viéndonos en el punto de encuentro. Pero hoy -por ayer- nos tocaba esa visita y el niño no apareció, su padre no le llevó.

-¿Va a rendirse?

-A un hijo se le quiere siempre. No puedo hacer mucho ahora, pero no voy a tirar la toalla. Temo que si lo hago dentro de unos años venga y me diga ¿por qué tú no peleaste por mí? Me preocupa su futuro, que sea un buen hombre con valores.