"Vivimos una época de cambios y de que estos se hagan bien o mal dependerá el futuro de la sanidad que tengamos". Así inició el gerente del área sanitaria viguesa, Mario González González, la conferencia que ofreció ayer en el foro de la asociación Vigo Cuídate. En ella, expuso su visión sobre los problemas existentes y las medidas que considera más acertadas para abordarlos, con una máxima: "Hacer solo lo que aporte algo y con los medios justos". Explicó la nueva propuesta de organización del trabajo del Sergas, con las unidades de gestión clínica, y analizó la redistribución que sufrirán los servicios con la irrupción del nuevo hospital. Entre las novedades, anunció un nuevo centro de salud en la zona más nueva del Xeral.

Los obstáculos. "Nuestro problema se centra en que no hay dinero y estamos obligados a la eficiencia", analiza. La población está más envejecida y hay más pacientes crónicos, lo que eleva el consumo sanitario. También hay más gasto en nuevos fármacos efectivos, pero caros, como los avances en el tratamiento de la hepatitis C, y "más expectativas en la población". Aboga por la eficiencia para costear todo esto y defiende las "dolorosas medidas" que se han introducido como vía para cumplir la máxima de "no se puede gasta más de lo que se ingresa".

Medidas. "Es muy fácil hacer más cosas con más dinero. Hay que aprender a conjugar 'menos con menos' y hacer solo lo que aporte valor con los medios justos". A corto plazo, apuesta por reducir el gasto en las compras, los suministros y el personal, para "no tener en la plantilla ni más ni menos". Señala que Vigo cuenta con más médicos que la media europea (2,99 por cada mil habitantes), pero "muchos menos" enfermeros (2,77 por cada mil personas). También subraya la necesidad de rebajar la "asistencia desproporcionada", como las pruebas redundantes; de minimizar las estancias en el hospital; y de "ajustar la cartera de servicios". Asimismo, apoya "la participación del paciente en el coste sanitario" porque "ha contribuido a racionalizar el gasto".

Gestión clínica. Publicado el decreto de las unidades de gestión clínica, el gerente ya ha empezado a hablar con los servicios que "potencialmente" puedan estar interesados". Espera que se instaure "alguna" este mismo año. Subraya que son voluntarias, que solo se implantarán con el "consenso" de sus profesionales y que ninguno de ellos cambiará de condición laboral. "Se descentraliza el poder para que se ocupen de la gestión los médicos buscando la evidencia científica", explicó y se mostró convencido de que los facultativos lo harán mejor que las gerencias. "Tienen mucho más poder en reducción de costes".

El nuevo hospital. Se hará cargo de las intervenciones y pacientes de más complejidad. Concentrará toda la hospitalización de agudos, las especialidades de mayor impacto y tendrá la única puerta de Urgencias del Chuvi. Sobre su equipación, Mario González explicó que tiene la "responsabilidad" de aprovechar el material existente que esté en correctas condiciones, pero que se repondrá el que no lo esté y se comprará otro "con el que no contábamos y que es necesario". "Hemos recogido las peticiones de los servicios en un porcentaje abrumador, porque son razonables en su mayoría", asegura.

Xeral. El pirulí, que cumple 59 años, y el policlínico Cíes se cerrarán, pero la zona más nueva -el anexo 2, con entrada por la calle Pizarro- seguirá en servicio. Una de sus plantas albergará un nuevo centro de salud para la ciudad que absorberá las consultas de Atención Primaria de A Doblada que han tenido que ser derivadas al antiguo edificio de especialidades por falta de espacio en el nuevo inmueble. También incorporará a los tres médicos de cabecera del ambulatorio de la calle Bolivia. Sin embargo, la principal función de este inmueble será la de actuar como el Punto de Atención Continuada del centro de la ciudad. Una unidad de radiodiagnóstico le dará apoyo. También estarán los servicios de fecundación in vitro y de rehabilitación. Se desplazará allí el Centro de Orientación Familiar de Coia, ya que el actual edificio también cierra.

Meixoeiro. Se hará cargo de los pacientes crónicos reagudizados y de la cirugía mayor y menor ambulatoria, así como aquellas operaciones de escasa complicación y corta estancia hospitalaria.

Nicolás Peña. Reunirá los enfermeros psiquiátricos del Rebullón, que se clausura. También tendrá espacio para hospitalización menos aguda y la unidad de tuberculosis.