La ablación cardíaca es un procedimiento que se usa para destruir pequeñas áreas en el corazón que puedan estar causando problemas en el ritmo cardíaco. Para detectar estas zonas, se introduce una sonda y se visualiza indirectamente con herramientas electrocardiográficas. "Por las señales que emite, pensamos que es ahí, pero no lo sabemos exactamente", explica el responsable de la Unidad de Arritmias del Chuvi, Enrique García Campos, cuyo equipo ha tenido una idea para afinar en la búsqueda: el uso de nanopartículas. Junto a la Universidad de Vigo han diseñado un proyecto y, en colaboración con el Laboratorio Ibérico Internacional de Nanotecnología (Braga), esperan poder desarrollarlo en una "investigación de futuro".

Para saber si es viable, lo primero que tienen que averiguar es si el tejido que provoca estas anomalías en el ritmo cardíaco tiene características particulares que permitan dar órdenes precisas a las nanopartículas para que detecten con certeza estas zonas. "Creemos que hay posibilidades de que tu metas la nanopartícula y que esta tenga afinidad para, por ejemplo, localizar el circuito en el que se producen las taquicardias y poder quemarla".

Insiste en que se trata de "algo aún experimental", pero sospecha que el futuro de esta rama pasa por la nanotecnología, con la que ya se están produciendo avances en la investigación del tratamiento del cáncer.