Ni crisis. Ni "pinchazo" del servicio. Cuando el transporte público se adapta a las necesidades de sus usuarios, la demanda brota y se relanza. El tren Vigo-Madrid aporta una buena prueba. Desde que, el 3 de junio, Renfe activó su frecuencia matinal con Madrid -la segunda diaria del servicio Alvia, pero la primera que parte de Guixar de mañana- la demanda del corredor ferroviario se ha disparado. Según datos no oficiales a los que ha tenido acceso FARO el pasaje entre Vigo y Madrid creció un 60% durante los cuatro primeros meses de la nueva frecuencia. Si entre junio y septiembre de 2012 -el primer servicio Alvia arrancó el 17 de junio de ese año- el corredor desplazó a 23.300 viajeros; en el mismo período de 2013 la cifra se elevó por encima de 37.500.

El aumento del pasaje se explica por dos razones. La primera, y obvia, es el incremento de las plazas disponibles. La nueva frecuencia -con salida de Vigo a las 8.13 horas y de Madrid a las 7.20- no sustituyó a ninguna de las ya existente, sino que engrosó la oferta total de butacas. Al ponerse en marcha el Alvia matinal, su convoy modelo S-730 -dotado con 260 asientos- se sumó al que ya operaba de tarde con Madrid, así como a las conexiones del Intercity y el Tren Hotel. A ese refuerzo de plazas hay que añadir la atractiva promoción que acompañó el lanzamiento del Alvia matinal, con billetes por solo 15,3 euros.

La segunda explicación para el despegue de viajeros es que la nueva frecuencia ha multiplicado y enriquecido las posibilidades del tren. Por varias razones. El Alvia matinal permite aprovechar la tarde en Madrid o Vigo -llega a la capital a las 14.40 horas y a Guixar a las 13.32-; el horario facilita además enlazar, en apenas una hora, con otras líneas ferroviarias de gran demanda, como el AVE a Valencia de las 15.40; o el que une con Alicante a las 15.10; y, desde Chamartín, plantarse en solo 15 minutos en el aeropuerto de Barajas gracias al Metro y una simple combinación de líneas. El nuevo tren de Renfe incluso permite ir y volver a Madrid en un mismo día.

La frecuencia matinal no es la única mejora reciente que experimentó el corredor Vigo-Madrid. El 17 de junio de 2012 empezó a circular por sus raíles el Alvia "híbrido" -así conocido por combinar el combustible diésel y la electricidad- que acortó 50 minutos el trayecto con la capital hasta dejarlo en las actuales seis horas y media. El efecto de ese "fichaje" no se hizo esperar. En junio FARO se hacía eco de que, durante el primer año de funcionamiento del "híbrido", la línea con la terminal de Chamartín casi había duplicado su pasaje. Los números eran esclarecedores: de los 36.300 billetes despachados por el tren Talgo en los 12 meses anteriores se había dado el salto, gracias al Alvia, a 63.800.

Expertos consultados por este periódico anotan que, en los últimos cuatro meses, durante los que el corredor Vigo-Madrid sumó casi 14.300 pasajeros más -120 cada día-, el único cambio a mayores al Alvia matinal fue la mejora del Media Distancia Vigo-Ponferrada-León-Madrid, que ha pasado a prestarse de forma directa. El sistema tarifario se mantiene idéntico y solo se ha actualizado en base al criterio convencional. Durante el último cuatrimestre otra línea que también ha visto reforzado su pasaje es la de Barcelona. De junio a septiembre sus vagones desplazaron -entre Alvia y Tren Hotel- a casi 4.100 viajeros, 1.200 más que el mismo período de 2012.

El impacto que tiene la mejora del servicio ferroviario sobre su demanda quedó de manifiesto esta semana al revelar Comboios de Portugal -la Renfe portuguesa- el primer balance del tren directo "Celta" entre Vigo y Oporto. Su servicio sin paradas, que en julio acortó casi 60 minutos el trayecto, hizo posible que el tren internacional superase en cuatro meses la demanda que antes recibía en todo un año. De 15.000 viajeros en 12 meses pasó a 19.900 en cuatro.