La Universidad transferirá al tejido económico su conocimiento aeroespacial a través de una nueva spin-off que estará operativa en enero y comercializará satélites de entre 1 y 50 kilogramos "a través de acuerdos con socios internacionales". Salustiano Mato, el vicerrector José Antonio Vilán y el profesor Fernando Aguado, que será su promotor, anunciaron ayer la creación de esta empresa que busca posicionarse en un mercado emergente para el que se calcula una demanda en los próximos años de entre 120 y 200 lanzamientos anuales de aparatos de pequeñas dimensiones.

Esta spin-off, que todavía debe ser aprobada por el Consello de Goberno y el Consello Social, se unirá a los proyectos de negocio impulsados por estudiantes. "Si no hay empresas en el territorio o la línea aeroespacial no forma parte de sus planes de negocio, la Universidad tiene que fabricarlas para que haya ese tejido. Es importante ir creándolo", destacó Mato. En este sentido, también se refirió a la "oportunidad" que les brinda la incubadora de Zona Franca, que arrancará en 2015.

Tras el lanzamiento del XaTcobeo, el primer cubesat de una universidad española, y el Humsat-D, que volará al espacio el día 21, Vigo acumula "años de ventaja" frente a otros campus españoles y conocimiento para desarrollar constelaciones de pequeños satélites para órbitas bajas, de entre 750 y 800 kilómetros, cuyas aplicaciones abarcan desde el estudio del cambio climático al seguimiento de catástrofes naturales o la gestión de recursos hidrológicos.

De hecho, la Universidad negocia con varios países la posibilidad de utilizar una de estas redes para el control y seguimiento de las instalaciones hidroeléctricas. "La demanda mundial no solo privada sino gubernamental para ser dueños de la capacidad de comunicación e información de los satélites será posible gracias a esta revolución de la ingeniería del espacio, que además es más sostenible y asequible. Y Vigo está en situación de claro despegue. Aspiramos a conseguir penetrar en iniciativas internacionales para firmar convenios y contratos en todo el mundo", subrayó Mato.

Además del conocimiento necesario, la Universidad se ha dotado desde 2007 de los equipamientos y laboratorios para el montaje de micro, nano, pico y femtosatélites, apuntó José Antonio Vilán, responsable del área de Transferencia, que citó la cámara limpia, la de termovacío y la electromagnética, "una de las más grandes de España" y en la que se colabora con proyectos del Ministerio de Defensa.

El grupo de Vilán es también el responsable del FemtoXat, de solo 250 gramos de peso y que, si cumple las previsiones de lanzamiento "a mediados de 2014", "sería el primer femtosatélite operativo del mundo".

Búsqueda de financiación

La institución intenta ahora que su apuesta por la línea estratégica aeroespacial sea compartida por los gobiernos central y autonómico y ayuden en la obtención de fondos para proyectos pendientes como el satélite comercial G-Xat, que formaría parte de la constelación japonesa Uniform y que podría destinarse para la prevención y control de incendios forestales.

"El espacio forma parte de la RIS-3 de Galicia, pero de momento caminamos por el mundo bastante solos", lamentó el rector, que también expresó su deseo de que estos avances "abran los ojos a quien manda".

El Rectorado busca fondos a través de convenios bilaterales con instituciones de EE UU, Asia y Latinoamérica, la nueva estrategia europea de financiación Horizonte 2020 y la red CRUSOE, que agrupa a universidades gallegas, lusas y de Castilla y León y que aspira, enfatizó Mato, a romper la inercia de que "todo lo que gestiona el Gobierno viaja al este de Madrid, nunca al oeste".