Una de las zonas de la terminal de Peinador cerrada por las obras de reforma y ampliación vuelve a estar en servicio con imagen renovada. Aena puso ayer en funcionamiento 2.400 metros cuadrados de superficie de la sala de llegadas, lindante a la fachada norte, la más próxima a la torre de control, y los pasajeros ya utilizan el espacio para salir del edificio. En el vestíbulo se ha instalado una cafetería y hoy pasarán a ubicarse allí las oficinas de las empresas de alquiler de vehículos que operan en el aeropuerto. Los obreros han colocado también un panel y una pantalla para informar del estado de los vuelos a quienes esperan la llegada de viajeros. En la cara interna el área habilitada hace veinticuatro horas incluye parte de la zona de embarque y de los hipódromos de recogida de equipajes.

La reforma integral de la terminal abarca tanto la renovación del interior como de las fachadas y la cubierta del edificio, que ganará un metro y medio de altura. Con el paso dado ayer falta solo por reabrir un tramo de 2.720 metros cuadrados entre la sala que acaba de ponerse en servicio y los mostradores de facturación. Los operarios de las empresas que ejecutan la obra -adjudicada a San José y Copasa- trabajan tanto en el interior como fuera, donde hay dos grúas instaladas. Junto a la reapertura parcial de la sala de llegadas se han dispuesto nuevas paradas de taxis y de Vitrasa.

Con la ampliación el edificio pasará de 8.700 a 22.000 metros cuadrados, según los datos de Aena. Por ahora funcionan nueve mostradores de facturación, que pasarán a ser quince, como antes del inicio de las obras, cuando concluyan las obras. La terminal cuenta con tres hipódromos de recogida de equipajes. Uno de ellos, antiguo, será sustituido por otro nuevo en los próximos días, según fuentes próximas a las adjudicatarias de la obra.

Tramo pendiente

Las obras en el tramo pendiente incluyen la reforma de la sala de embarque de las puertas 7 y 8 y la instalación de los locales definitivos para las empresas de rent a car. Aena estima que la remodelación concluirá en la primavera de 2014, lo que supone un ligero retraso respecto al calendario previsto. Cabe recordar que los trabajos estuvieron paralizados varios meses una vez inaugurada el ala de salidas, en julio de 2012. Fomento se planteó interrumpir en ese punto la reforma, siguiendo la política de austeridad de la ministra Ana Pastor, con lo que la zona de llegadas quedaría en su estado anterior. Finalmente decidió continuar adelante tras revisar el proyecto. Las obras fueron adjudicadas en 45 millones pero con las modificaciones el coste final pasará a 35.

Todo el interior del edificio, de forma rectangular como antes pero más alargado tras la ampliación, quedará despejado sin obstáculos visuales entre las alas sur y norte, lo que facilita la orientación de los usuarios. Las fachadas pasan a ser de granito y cristal, y la previsión de la alianza de empresas adjudicatarias es completar la sustitución de la estructura antes de las navidades. Quedaría entonces por culminar la renovación del interior. En primavera, después de casi tres años y medio de obras, los usuarios podrán disponer libremente de todo el espacio de la terminal.