La Biblioteca Pública Central permanece cerrada esta semana "por motivos de seguridad". El tratamiento contra las terminas que se está aplicando al edificio de Joaquín Yáñez ha dejado sin sala de estudio a docenas de estudiantes que por estas fechas preparan allí sus exámenes finales. El Concello colgó el aviso en su web el miércoles de la semana pasada, pero la mayoría de los usuarios se ha enterado de este cierre temporal al acudir al centro para realizar consultas, leer la prensa o devolver un libro.

La única información que reciben cuando llegan a la puerta es un letrero que les explica que la biblioteca se encuentra cerrada por "tratamiento urgente antixilófagos". Se trata de insectos que afectan a la madera como las termitas, los líctidos, los cerambícidos, sirícidos y hongos de pudrición. Se aplicaron tratamiento similares en los años 2001 y 2007 coincidiendo con las vacaciones escolares, pero la presencia de termitas en el edificio ha obligado a adelantar los trabajos. "Se tomó la decisión intentando entorpecer lo menos posible y que esté lista en las semanas de más demanda", explican desde el gobierno local.

Las obras las realizan operarios del Servicio de Control de Plagas del Ayuntamiento, que antes de aplicar un combinado de biocidas específicos para maderas, vigas y marcos deben suprimir cualquier fuente de agua para "privar a la termita de la posibilidad de encontrarla dentro de la edificación". Los trabajadores están sellando primero las humedades de ventanas y puertas.

El tiempo previsto para que el tratamiento sea efectivo y pueda volver a ocuparse la biblioteca con seguridad son "entre seis y siete días". Se necesitan cuatro oficiales para emplear desinfectantes con 24 horas a mayores de seguridad del producto insecticida. Además, antes de reanudar la actividad hay que ventilar adecuadamente las zonas donde se aplica el producto.

El presupuesto aprobado por el Concello para esta intervención de "urgencia" asciende a 4.226 euros y los técnicos aconsejan repetirlo "dentro de tres o cuatro años, ya que con el paso del tiempo los pesticidas se degradan y pierden efectividad". Lo que intentan ahora es controlar la plaga de termitas y establecer "una barrera defensiva frente a posibles reinfestaciones y asentamientos". Al tratarse de un edificio de madera está más expuesto a la acción de ácaros e insectos que otras instalaciones municipales más modernas.

La Biblioteca Pública Central batió este año su récord de usuarios alcanzando los 25.000 socios. La crisis ha duplicado el número de abonados, que disfrutan de forma gratuita de una amplia oferta. Además de libros, pueden consultar la prensa diaria, revistas, documentales, películas, series, CDs de música y tienen acceso a internet y zona wifi. La mala suerte es que la aparición de los xilófagos coincidió este año con el final de curso en Secundaria y con los exámenes de la Univerisdad. Si se cumple el calendario previsto, el lunes reabrirá sus puertas.