Los musicómanos vigueses miran con envidia hacia el norte. A lo largo de los meses de mayo y junio, A Coruña se convertirá en uno de los focos nacionales más importantes de la lírica gracias al Festival Mozart. Un certamen que no se ha escapado de los recortes, pero que mantiene un presupuesto de medio millón de euros. ¿De dónde salen? De los fondos del Consorcio para la Promoción de la Música, ente que gestiona la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) y que financian en más de un 40% la Xunta y la Diputación. Así, los 2,2 millones de euros que aporta la Consellería de Cultura y los 1,5 de la Administración provincial, no solo le permiten a la ciudad herculina contar con una formación filarmónica propia, sino que también les proporciona una variada oferta de música culta de calidad con otros eventos. Mientras, Vigo sigue sin aparecer entre los destinatarios de ayudas económicas institucionales para promover actuaciones musicales que sacien el interés cultural de sus habitantes.

El Festival Mozart, que no saldrá de las fronteras municipales de A Coruña, presenta un programa de dieciocho funciones en el que la OSG y su coro, junto a maestros y artistas de talla internacional, deleitarán al público con conciertos sinfónicos, recitales, música de cámara y barroca, una gala de homenaje al 200 aniversario de Wagner e, incluso, una ópera en versión concertística -bajo la dirección de Lorin Maazel y en colaboración con el festival estadounidense de Castleton de Virginia-. Su organización no ha sido una misión sencilla, ya que en los dos últimos años se ha reducido a la mitad de su financiación, tras la pérdida del patrocinio de Novagaliciabanco, e incluso se ha llegado a dudar de su continuidad. Así, la financiación pública es fundamental para el certamen. En función de su participación en el consorcio, de los 500.000 euros de presupuesto, la Xunta aporta casi 121.000 euros, la Diputación 82.400 y el Concello de A Coruña 167.800. El resto procede de ingresos por venta de entradas y patrocinios.

Aunque figura como colaborador en su programa, todavía no está confirmado el apoyo del Ministerio de Cultura. Por primera vez, la contribución del Estado no se realiza por transferencia corriente, sino por concurrencia competitiva, y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música tiene pendientes de resolución estas subvenciones. El año pasado el certamen percibió por esta vía 59.000 euros.

Entre los objetivos del consorcio figura la promoción de toda clase de actividades musicales, por lo que el Festival Mozart no es la única oferta complementaria de la temporada de la OSG. Entre otras cosas, también cuentan con el Jazzatlántica o los conciertos didácticos.

Mientras tanto, Vigo no recibe este año ninguna partida de la Xunta para la organización de eventos musicales y la metrópoli se tiene que conformar con limitadas iniciativas privadas y las visitas de la Real Filharmonía de Galicia y la OSG, ampliadas este año tras el malestar ciudadano recogido por FARO. Aún así, estas son posibles gracias a un convenio a tres bandas en el que están presentes la Fundación Novacaixagalicia y la Sociedad Filarmónica de Vigo. Tampoco hay que olvidarse de que estas citas tienen una una repercusión económica positiva en las cuentas de las formaciones. La orquesta coruñesa, por ejemplo, reconoce en su presupuesto una previsión de aumento de los ingresos por tasas en un 17% atribuido al incremento del número de actuaciones, en especial, en la ciudad de olívica.