La casa que la familia Mirambell construyó hace ya más de setenta años entre las playas de Canido y O Vao esconde bajo sus cimientos otro secreto arqueológico. Las catas realizadas en las últimas semanas en el interior del chalé, cuyo futuro inmediato pasaba por convertirse en el Centro de Interpretación de la villa romana de Toralla, han puesto al descubierto nuevos restos que han paralizado el proyecto. Muros, tejas y ladrillos en buen estado de conservación han aflorado en las seis perforaciones realizadas en el edificio y la primera medida ha sido paralizar la aprobación del plan que esta misma semana se pretendía llevar a cabo en la Junta de Gobierno Local.

Las primeras teorías barajadas por los arqueólogos que trabajan en la finca apuntan a que la villa romana tenía una mayor dimensión de lo que actualmente se cree y que el yacimiento musealizado desde hace años podría extenderse a lo largo y ancho del solar. De entrada, y a la espera de una reunión este jueves con responsables de Patrimonio de la Xunta de Galicia, se ha suspendido un proyecto que ya contaba con presupuesto. El Ministerio de Cultura aportará un millón de euros a la construcción del centro interpretativo, así como a la urbanización de la zona y al proyecto museográfico, pero los planes deberán modificarse para salvar la inversión.

Un millón de euros

El alcalde, Abel Caballero, que visitó ayer por la tarde la villa romana acompañada de los arqueólogos que han realizado el descubrimiento, aseguró que habrá que modificar la idea original. "Hay que alterar el planteamiento para poner en valor estos restos porque el yacimiento puede ser de gran envergadura", señaló. El regidor anunció que paralizaría de inmediato la aprobación del proyecto y que se estudiarán soluciones.

"Tenemos que replantear el proyecto e incluso puede que ahora ni se haga", añadió antes de avanzar que el Concello ya estudia otra vía. "No descartamos un centro de interpretación al aire libre porque esto ha cambiado completamente el enfoque", señaló.

El gobierno local aprobó en enero el proyecto de ejecución para rehabilitar el antiguo chalé. La vivienda, construida en 1940, se encuentra cerrada y en estado de abandono. El centro de interpretación ocuparía las dos plantas y la casa quedaría revestida de madera para integrarla en el entorno. El centro se situaría al lado del yacimiento, abierto al público en 2007 tras varios años de excavaciones que sacaron a la luz importantes vestigios del pasado romano de Vigo. Posteriormente la villa sufrió un continuo declive por la progresiva reducción de horarios hasta llegar al cierre y el escaso presupuesto municipal asignado a su mantenimiento. El coste específico de la rehabilitación del chalé está cifrado en 450.000 euros mientras que a la urbanización se destinan 213.000. El ministerio financia también el proyecto museográfico, al que se dedican 221.000 euros. La cantidad restante hasta el millón se reparte en pagos de honorarios a dos arquitectos y un arqueólogo.

Los nuevos hallazgos obligarán ahora casi con toda seguridad a replantear la inversión y el Concello podría modificar la idea original para descubrir y mostrar también los restos arqueológicos encontrados.